El caos de Bicimad: ¿De quién es la culpa?
Han desaparecido más de 3.000 bicicletas eléctricas tras la implantación de la gratuidad del servicio.
Desde que el 7 de marzo se pusiera en marcha el "nuevo Bicimad" con 802 nuevas bicicletas eléctricas -haciendo un total de casi 4.500-, el sistema no ha traído más que quebraderos de cabeza. Tanto a José Luis Martínez Almeida, fiel defensor de esta propuesta, como a todos los usuarios afectados que no han podido utilizar este servicio.
A 100 días de las elecciones, Almeida apostaba fuerte por este proyecto, que ya ha triunfado en otras ciudades como Valladolid, Barcelona o San Sebastián. Las nuevas bicicletas eléctricas echarían a rodar por las calles de Madrid y los interesados podrían recogerlas en los 60 nuevos emplazamientos repartidos por la ciudad.
Así anunciaban "la revolución Bicimad" en su página web: "El uso de estas bicicletas puede ser gratuito hasta el 31 de julio: al migrar la cuenta a MPass o darse de alta como nuevo usuario en la app de bicimad, los viajes de hasta 30 minutos serán gratis para todos los abonados anuales de forma ilimitada".
Pero resultó no ser oro todo lo que relucía. El primer día empezaron a surgir los problemas. Desde primera hora se comenzaron a registrar los primeros problemas para el acceso y funcionamiento de la aplicación, así como para el registro en el nuevo sistema de pago, el MPass.
Incompatibilidad de anclajes
A partir de ese momento, los incidentes no hicieron más que ir en aumento. La EMT lanzó las nuevas bicicletas -de color azul- con un sistema que las entremezclaba con las antiguas -de color blanco- pero con la incompatibilidad de anclar ambas en las mismas estaciones porque sus enganches no encajan. De este modo, las azules no pueden cargarse en las estaciones viejas, ni las blancas en las estaciones nuevas.
Según los planes del Consistorio, ambos modelos deberán convivir hasta el 31 de julio, fecha en la que está previsto que se unifiquen las bicicletas y las estaciones para que sean todas iguales.
El hecho de tener que encontrar una estación compatible con el sistema de anclaje de cada bicicleta ha estado provocando que se descargasen las baterías antes de poder devolverlas y se queden paradas en mitad de la nada, por lo que los empleados de la EMT han tenido que dedicarse a ir recogiéndolas por la ciudad. Algunos internautas están ayudando en esa labor publicando imágenes en Twitter de bicicletas "abandonadas" en cualquier lugar.
La aplicación de Bicimad permite a los usuarios saber en tiempo real la cantidad de bicicletas disponibles en cada estación, sin embargo, las redes sociales se han inundado de comentarios en los que se refleja que apenas hay alguna disponible.
Desde el 7 de marzo, cerca del 80% (lo que supone 3.000 bicicletas) "han desaparecido" del mapa de Bicimad. Los gastos que esto conlleva son reseñables, ya que cada una de las nuevas bicis ha costado 2.410 euros, tal y como se explica en la documentación del contrato de la EMT.
La respuesta de Cibeles
El Ayuntamiento se ha mantenido en el más absoluto silencio durante casi dos semanas. Han evitado hacer declaraciones mientras la oposición y los usuarios denunciaban cada día el agravamiento de la situación. Al contactar con el Consistorio, se remitió a las declaraciones institucionales que se produjeron a partir del martes 28.
El jueves 23 de marzo Inmaculada Sanz, portavoz del gobierno municipal, aseguró en rueda de prensa que "se están produciendo algunas incidencias que esperamos que se puedan solventar a lo largo de las próximas semanas”. Y apeló a los madrileños a llamar al 010 para enviar sus quejas y que se pudieran solucionar lo más pronto posible.
Durante el pleno ordinario de este martes, Almeida dio por fin la cara y dijo que "no voy a negar que hay un problema, es cierto y estamos trabajando duro para solucionarlo". Y se refirió también a la necesidad de "hacer los deberes en materia de comunicación" para que todos los usuarios puedan acceder a la información de cómo anclar correctamente las bicicletas en las estaciones.
El alcalde de la capital aludió directamente al problema de las "bicis dispersas", especificando que "hay un 80% de usuarios que están utilizándolo correctamente, pero el 20% está dejando las bicis donde quiere". Y se comprometió con sus ciudadanos, garantizándoles "que llegaremos hasta el último rincón de Madrid para que cualquier madrileño pueda utilizarlas".
Por su parte, la EMT confirmó en su página web que se suspenderán las cuentas de aquellos ciudadanos que persistan en utilizar el sistema incorrectamente. Asimismo, informó de que habían entrado en circulación 150 nuevas bicicletas el lunes 27 de marzo y de que se reforzará Bicimad con un decálogo de medidas orientadas a afianzar el sistema.
Ese mismo día el delegado del área de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, anunció un ambicioso plan para recuperar todas las bicicletas que no están en las estaciones: "Se están incrementado en un 40% los equipos que localizan bicicletas y las devuelven a las bases. Es un plan de choque, de urgencia. Había siete equipos, y hoy ya son diez equipos".
Además, comentó que se ha contratado a seis nuevas personas para ampliar esos comandos de búsqueda. Formado cada uno por dos operarios, los diez equipos trabajarán 24 horas en turno de mañana, tarde y noche para "dar caza" a las bicicletas de la discordia. Están recogiendo una media de 100 o 150 bicis al día, según rcoge Europa Press.
Sin embargo, no parece que vaya a ser una tarea fácil ya que, como expresó Almeida este miércoles, "el problema es que, cuando se dejan en lugares que pueden ser incluso en urbanizaciones privadas, donde también estamos localizando bicicletas, es muy difícil llegar a todas".
Tras la petición de Más Madrid, el próximo martes se celebrará en Cibeles un pleno extraordinario para abordar la situacion de Bicimad. Por su parte, el PSOE pide la dimisión de Carabante, así como el cese del gerente de la EMT.
Los afectados estallan contra la gestión
Estas declaraciones tardías no sirven para tranquilizar a los usuarios afectados por la falta de bicicletas. Muchos de los que utilizaban este servicio antes de la implantación de las nuevas eléctricas se han visto forzados a utilizar otros medios de transporte, con las consecuencias económicas que eso supone.
Es el caso de Juanma, usuario habitual de Bicimad desde la era Carmena, que cuenta que está viviendo "un auténtico infierno". Considera que no poder utilizar las bicis eléctricas como hasta ahora "nos está haciendo la vida mucho peor a los madrileños y no se dan cuenta de que está afectando a nuestra conciliación".
Explica que tiene una base justo debajo de su casa, pero no ha podido coger ninguna desde el 7 de marzo. "Antes tardaba media hora en ir a trabajar y ahora estoy tardando el doble porque la línea de Cercanías que necesito tampoco funciona", explica. Por eso, está teniendo que recurrir a coger metros o taxis, algo que "es mucho más caro que Bicimad".
Juanma se está planteando comprar una bicicleta eléctrica porque no puede seguir así y no ve "una solución cercana". Además, recalca que el nuevo sistema ha ido a peor porque "las bicis azules tienen mucha menos potencia: hay que pedalear mucho más y arrancan menos fuerte que las blancas".
En la misma situación se encuentra Alejandro, que cuenta que para él "es un incordio esta situación porque cuando salgo de casa tengo el metro en una dirección y la estación de bicis en otro, entonces si decido ir a por bicis y no hay, tardo mucho en llegar después al metro y llego tarde".
Denuncia que, a veces, el problema "no es tanto que no haya bicis, porque si ves en la app que no las hay ya te haces a la idea y coges otro medio de transporte, sino que las pocas que hay no se pueden coger porque no abren los candados".
Alejandro admite sentirse "frustrado porque siempre he visto claras las cosas que se pueden mejorar" y, con respecto a la gestión cree que "no pronunciarse es un error grave porque la transparencia en las instituciones es clave para confiar en ellas y da la impresión de que viven separados de la gente".
David, que lleva años utilizando este transporte, es otro de los afectados. Considera que el problema de Bicimad viene derivado de su gratuidad, ya que "cuando el sistema era de pago, te identificabas antes de usar la bici y si no la dejabas en el sitio correcto el viaje no terminaba y seguías pagándolo". Cree firmemente que los usuarios habituales hacían buen uso de esta plataforma.
Pero el otro inconveniente que detecta es el mal funcionamiento de la aplicación porque "el sistema no deja desanclarlas". A pesar de llamar al servicio de Soporte para pedir soluciones, David no ha conseguido utilizar ninguna bicicleta todavía, aunque sí las ha encontrado en alguna estación.
"Me recorro estaciones en busca de bicicletas y nos veo a todos los usuarios móvil en mano como si estuviéramos cazando Pokémon", lamenta. Él hacía uso de las bicis todos los días para ir al trabajo y ahora no puede: "Madrid se ha cargado un sistema de movilidad que era fiable y funcionaba perfecto, y los usuarios habituales hemos tenido que cambiar nuestras rutinas".
Y no son pocos lo que personas que piden al PP de Madrid asumir sus responsabilidades con dimisiones:
Por el momento el futuro pinta muy negro. Habrá que esperar para ver cómo se desarrollan los acontecimientos y si el "plan de urgencia" del Ayuntamiento da sus frutos para que se recuperen las bicicletas fantasma y los usuarios puedan volver a disfrutar de este servicio.