Así llega Sumar al final de su 'proceso de escucha'
Entre las prisas de Podemos, que piden un acuerdo antes del 28-M, y la expectación del resto de partidos de izquierdas.
"La política es esto y no me voy a cansar de decirlo. La política va de hablar de la vida de la gente, la política no va de ruidos, no va de fuerzas ni va de presiones. Va de trabajar desde, sí, posiciones diferentes pero siempre complementarias y sabiendo que tienes un reto común, que es mejorar tu país".
Como ocurre últimamente con cada frase de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, estas palabras pronunciadas este viernes durante la presentación del informe Precariedad laboral y salud mental: conocimientos y políticas, se han interpretado en clave de las diferencias entre Sumar, su proyecto político, y Podemos.
Para colmo, se las dijo a Íñigo Errejón, líder de Más País, con quien en todo momento ha mostrado una notable buena sintonía.
Todo señales interpretables en un momento clave para el proyecto de Díaz, que está culminando su llamado 'proceso de escucha', que prevé culminar con un gran acto en Madrid en el que previsiblemente la vicepresidenta desvelará su candidatura a las elecciones generales de finales de año.
Un proceso que comenzó cuando arrancó el proyecto, a principios de julio del pasado año, en el que la vicepresidenta segunda se ha recorrido todo el país recabando ideas y opiniones de miembros de la sociedad civil de distintas provincias.
Ahora tiene que culminar, además de con el anuncio de su candidatura, con el conocido como 'proyecto de país', una suerte de programa electoral elaborado por el equipo de figuras (19 mujeres y 16 hombres) que se han encargado de elaborarlo y entre las que están rostros conocidos como el juez del Tribunal Supremo Fernando Salinas o el articulista y analista Ignacio Sánchez Cuenca.
La culminación del proceso de escucha, que tendrá como colofón el anuncio el próximo 2 de abril de la candidatura de la vicepresidenta segunda, llega a las puertas de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, en las que muchos partidos se juegan casi el ser o no ser. Es el caso de Podemos, que no deja de insistir a Díaz en la necesidad de llegar a un acuerdo sobre cómo confluir de cara a las elecciones y en hacerlo antes de los comicios de dentro de dos meses.
Lo que quiere Podemos, expresado en boca de su secretaria general, la también ministra Ione Belarra, es un acuerdo de coalición, no integrarse en la marca Sumar. "Aliados electorales", han repetido sus líderes en numerosas ocasiones.
"Podemos quiere que su candidata sea Yolanda Díaz", dijo hace poco la propia Belarra en TVE poniendo en el tejado de la vicepresidenta y ministra el siguiente paso a dar: "Ahora quien tiene que decidir si quiere ser la candidata de Podemos y del conjunto del 'espacio' es Yolanda".
Eso sí, desde Podemos quieren que haya unas primarias abiertas. "Las primarias para un espacio como el nuestro es condición de posibilidad de nuestra existencia. (...) No concibo que no haya primarias, la propia Yolanda ha dicho que tiene que haber porque forma parte de nuestra cultura política. No entendería que cerráramos un acuerdo en los despachos", dijo Belarra en esa misma entrevista.
También han ido en ese mismo sentido Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, y quien fuera fundador y líder de la formación morada, el exvicepresidente Pablo Iglesias: "La gente tiene que decidir cómo se va a construir esa unidad. A partir de ahí todo el mundo podrá actuar con legitimidad".
Sin embargo, como recuerda El Confidencial, en las últimas citas electorales las primarias en Podemos no se hicieron para las listas en coalición. Es decir, cada formación realizaba sus primarias y después se pactaban los puestos en las listas.
De momento, Díaz guarda silencio al respecto, se limita a asegurar que todavía no se han convocado elecciones generales y a pedir, como en su último acto, unidad a la izquierda:
"Cuando coincidimos en el 90% en el programa político, tenemos que estar a la altura del reto que nos ocupa. Y nuestra obligación, pensemos lo que pensemos, es caminar juntas. De esto va Sumar. Caminemos juntas pensemos lo que pensemos, vengamos de donde vengamos (...) No tengamos miedo a lo que piensa el de al lado. Cuando uno pone mucho los codos, es que está asustado. Creo que las personas, piensen lo que piensen, sean más feministas, más ecologistas, sean como sean, cuando están seguras de sus ideas y cuando comparten un proyecto de país, van a dar un paso adelante. No pierdo la esperanza".
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo quiere ser quien marque los tiempos de su proyecto, pese a la presión que en los últimos días viene ejerciendo Podemos en las distintas declaraciones públicas para que haya un acuerdo antes del 28 de mayo.
Acuerdo que podrá darse, sí, respecto a concurrir juntos a las generales, pero probablemente no sobre las primarias, un asunto que, indican distintos medios, Díaz quiere dejar para el final. Será fundamental ver qué fuerza tienen las distintas formaciones que quieran 'sumar' tras las autonómicas y municipales.
Así 'late' el resto de la izquierda
Precisamente el resto de partidos que pueden acabar integrándose en Sumar para las generales están pidiendo tiempo para Díaz, expectantes ante los pasos que pueda dar la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo.
Ella ya les ha invitado a "todo el mundo quiere garantizar un Gobierno de coalición para la próxima década, que será progresista" a participar en su proyecto político y, concretamente, en el anuncio de su eventual candidatura dentro de unos días en Madrid.
También a Podemos, de quien no se cansa de decir que ha participado, a través de distintas representaciones, en actos de Sumar durante este proceso de escucha.
No estuvo nadie del partido morado, eso sí, en el acto en el que coincidió con Errejón este viernes. Precisamente, el líder de Más País ha pedido en los últimos días dejar a Díaz construir su proyecto "sin presiones".
En el seno de Unidas Podemos también hay sustanciales diferencias. Esta pasada semana, la portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Aina Vidal, afirmaba que la gente está "aburrida de la suma de partidos" y de los debates sobre listas electorales.
Tampoco cree Alberto Garzón, ministro de Consumo y coordinador federal de Izquierda Unida, que la "mera suma de partidos" sea la solución. "Es un instrumento popular donde los partidos debemos contribuir con humildad y con nuestro propio bagaje", afirmó a través de Twitter, donde pidió que los partidos ayudasen a "cicatrizar las heridas" de los últimos años.
"Sumar no puede ser nunca amontonar", resumía su parecer hace pocos días Joan Baldoví, portavoz de Compromís en el Congreso. "Siempre hago referencia a lo que pasó en Andalucía. Cuando se quiere hacer una cosa con prisas, sin llegar a acuerdos, en el que todos se sientan cómodos, en el que se permita que cada formación política tenga su propio espacio e identidad, pues probablemente los acuerdos serán más complicados", agregó.