Así habla una víctima de ETA sobre el monumento que Almeida ha erigido donde mataron a su padre: "Vergüenza"
Pablo Romero lamenta que la obra no refleje el dolor real del terrorismo y que el ayuntamiento ni se dignara a hablar con las familias antes de encargarla
El horror del terrorismo es una huella indeleble que se ha quedado para siempre en el corazón de quienes lo sufrieron. La sanguinaria existencia de ETA dejó tras su paso un legado de 853 asesinatos, 3.500 atentados y más de 7.000 víctimas. Doce años después del fin de la lucha armada, muchos familiares de asesinados siguen recordando a sus seres queridos y pidiendo justicia por aquellos crímenes que todavía no han sido resueltos.
Algunas de estas víctimas han encontrado consuelo en los homenajes y monumentos que se han levantado para recordar esta barbarie. Pero no siempre se hacen de la manera correcta y teniendo en cuenta a dichas víctimas.
El periodista Pablo Romero perdió a su padre en un atentado de la banda el 21 de junio de 1993, Aquel día, ETA hizo estallar un coche con 40 kilos de amonal en la glorieta López de Hoyos de Madrid, al paso de un minibús del Ejército del Aire en el que viajaban Juan Romero Álvarez y otros seis militares.
Trabajando en "El Mundo", Pablo se dedicó a investigar el crimen para evitar que acabara prescribiendo. Lo hizo a través de diferentes reportajes publicados en su medio y, ya en 2018, en un pódcast bajo el título Las tres muertes de mi padre. El nombre del podcast hace referencia a lo que, según Romero, fueron las veces en las que su padre murió: cuando le asesinaron, con la prescripción del delito, y cuando "los que tienen que hacer algo no lo hacen". Gracias a su investigación, consiguió sentar en el banquillo a Iñaki de Rentería como presunto autor intelectual de la muerte de su padre.
Este lunes, Romero ha publicado una serie de tuits que muestran cómo, pese a que hoy en día ETA y las consecuencias de su brutal lucha armada siguen acaparando titulares y forjan discursos políticos, sus víctimas siguen olvidadas y sólo se les utiliza de manera partidista.
Romero ha recordado que en la plaza de López de Hoyos, la misma en la que murió su padre hace treinta años, se ha levantado recientemente un monumento autorizado por el Ayuntamiento de Madrid en "honor" a las víctimas asesinadas por el terrorismo. Sin embargo, el periodista ha subrayado que ni el ayuntamiento ni nadie del equipo de gobierno le llamó para informarle de esta decisión. "Encontré por pura casualidad, en el Portal de la Contratación Pública, una convocatoria para erigir un 'monumento-monigote-cosa' en la misma Plaza de López de Hoyos. Nadie preguntó a los afectados por la masacre que allí tuvo lugar", explica.
Cuando el periodista criticó de forma pública en redes sociales al ayuntamiento por este hecho, Romero recibió mensajes privados de la concejala de cultura y portavoz del grupo municipal popular en el Ayuntamiento de Madrid, Andrea Levy. La dirigente lamentó lo ocurrido y le dijo que le llamaría para aclarar la situación. Pero no lo hizo. "Para ella era mucho más importante irse de juerga a la presentación de un gazpacho de Belén Esteban", señala.
Por su cuenta, Romero acabó contactando con la empresa que había ganado el concurso para crear el monumento. "Les expliqué qué pasó en la plaza. ¡Lo ignoraban todo! ¿Qué artistas no buscan siquiera el contexto del lugar donde planta su patético andamio de colorines?", se pregunta el periodista cuando descubre, además, que el estudio hace instalaciones "efímeras".
La víctima lamenta que la obra final ya implantada, 96 prismas dispuestos verticalmente, no tenga nada que ver con el motivo de su construcción. "¿Por qué no hay nada que señale que ahí mismo hubo una masacre?", dice. Y concluye: "Así que no me queda más que desear que ese insulto en forma de palitos sea raspada, pintarrajeada, vandalizada, carbonizada o directamente volada por los aires. Quizá de esa forma se acerque más a la realidad de lo que fue el puto terrorismo. Ojalá".
El área de cultura del ayuntamiento aseguró, por su parte, que eligió esta obra al ser "un proyecto artístico que ofreciese una respuesta imaginativa a la implantación de nuevos monumentos conmemorativos de significativa importancia para la ciudad de Madrid, incorporando el lenguaje del arte contemporáneo". Lo llamó "Recuerdo vivo".
La publicación de Pablo Romero en redes sociales ha sido muy comentada a lo largo de este lunes. Consuelo Ordóñez, presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo, ha sido una de las muchas personas que se han solidarizado con él. "Eso es lo que les importamos las víctimas. Perdón, les importan tres víctimas. Las que tienen a sueldo...", ha escrito.