Los abogados del rey emérito aseguran que Corinna pide 146 millones de euros en su demanda por acoso
La defensa de Juan Carlos I califica de "desastre" las supuestas inconsistencias del caso. El Tribunal Superior de Londres empezó ayer con la primera sesión preliminar.
La examante del rey emérito, Juan Carlos I, Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, ha pedido una reclamación por daños de 126 millones de libras (unos 146 millones de euros al cambio) en la demanda que ha presentado contra el antiguo monarca por supuesto acoso, según la defensa del antiguo jefe de Estado español.
El equipo de Juan Carlos I, que considera que las cortes inglesas no tienen jurisdicción sobre la demanda, ha pedido este martes que ésta sea desestimada y rechaza que el ex jefe de Estado español acosara a su antigua amante, como insiste ésta.
El Tribunal Superior de Londres empezó ayer a atender la primera sesión preliminar sobre la demanda que Corinna -presente hoy en la corte- ha presentado contra el emérito, después de que el Tribunal de Apelación en Inglaterra y Gales reconociera en 2022 la inmunidad del exmonarca -frente a las alegaciones de acoso- hasta su abdicación, el 18 de junio de 2014.
En la primera de las cuatro sesiones reservadas para el caso, el abogado que defiende a Juan Carlos I ante la corte, Adam Wolanski, detalló sus argumentos ante la jueza Collins Rice, en la sala número 13 del Tribunal Superior, e hizo un repaso de la relación sentimental entre Corinna y el emérito.
El letrado también hizo observaciones técnicas sobre las numerosas enmiendas que ha hecho la defensa de Corinna a su demanda después de que ésta fuera presentada en el año 2020.
El abogado insistió en que el caso de la demandante no tiene perspectivas reales de prosperar por falta de pruebas. Wolanski hizo mención a los comentarios favorables que hizo en su día Corinna hacia Juan Carlos I, al que consideraba su amigo, y a su intención de mantener la amistad.
"Desastre" por inconsistencias
Ya en la vista, estos letrados se centraron en llamar "desastre" las numerosas inconsistencias de la demanda, a su entender. Ante la jueza Rowena Collins Rice, Wolanski se refirió a la Ley de Protección y Acoso británica de 1997 (PHA, en inglés) al insistir en que esta legislación compete a casos de acosos que hayan ocurrido en territorio británico, por lo que cuestionó la competencia de las cortes inglesas para que un eventual juicio contra el ex jefe de Estado español se lleve a cabo en este país.
Wolanski calificó hasta dos veces de "desastre" el contenido de la demanda, y se quejó de que muchas de las alegaciones estén referidas en términos como "yo creo que" o "entiendo que", sin aportar pruebas concretas, por lo que consideró hay "defecto" de proceso y pidió que la demanda sea rechazada.
Para fundamentar que las cortes inglesas no tienen jurisdicción, el letrado hizo referencia a las afirmaciones de Corinna sobre su país de residencia, como la que supuestamente hizo el 2 de julio de 2016 sobre que Mónaco había sido su país de adopción durante los últimos ocho años (antes de esa fecha) y que vivir allí le había resultado de mucho éxito desde el punto de vista de los negocios.
Además, el abogado dijo que hay inconsistencias y cambios de opinión sobre el lugar de residencia de Corinna.
"Hay problemas en el mérito de la demanda" y "un abuso de proceso", dijo el abogado, y calificó de "asunto excepcionalmente grave" las alegaciones originales -que ya la demandante ha retirado- de que el emérito tratase de amenazar a sus hijos.
Wolanski, que este miércoles dedicará una parte de la sesión judicial al argumento sobre la jurisdicción, consideró que la demanda está plagada de especulaciones y suposiciones.
El caso
Corinna acusa al emérito de haberla acosado personalmente o a través de personas de su entorno entre 2012 y 2020, aunque las alegaciones en el periodo hasta el 18 de junio de 2014 han quedado fuera porque el Tribunal de Apelación ha reconocido su inmunidad.
Wolanski reveló, además, ante la jueza el intento de Corinna de contactar con la Casa Real española para abrir "canales de comunicación", poco antes de presentar la demanda, con el claro intento de alcanzar algún tipo de acuerdo extrajudicial.
Según explicó el letrado, la demandante trató, con este contacto, de "sobornar" y "amenazar", porque dijo que estaba dispuesta a contar detalles del emérito a la prensa.
El antiguo jefe de Estado español niega "enfáticamente" que haya cometido o dirigido cualquier tipo de acoso a la demandante y rechaza sus alegaciones de lo contrario como falsas.
Corinna, por su parte, considera que el presunto acoso le provocó ansiedad y depresión, así como pérdida de ingresos por una supuesta campaña para desprestigiarla.