La abogada de Podemos: "Villarejo me dijo: 'Tú has sido la víctima'"
La letrada que ha representado a la formación morada, Pablo Iglesias, Dina Bousselham o Alberto Rodríguez rompe su silencio después de tres años y da su versión a 'El País', tras ser acusada sin pruebas en 2020.
La abogada Marta Flor Núñez (Madrid, 44 años) ha roto su silencio, después de tres años, tras haber sido acusada sin pruebas en 2020 de tener una supuesta relación con el fiscal del caso Villarejo, Ignacio Stampa. La letrada conocida por representar a Podemos, a Dina Boulsseham y Pablo Iglesias - en la Audiencia Nacional- o al exsecretario de Organización Alberto Rodríguez -en el Supremo- ha dado explicaciones en una entrevista en El País en la que habla sin tapujos de una “campaña” de mentiras que le provocó “estrés postraumático”; y en la que se convirtió en un “daño colateral”.
Flor Núñez asegura que el propio excomisario la tachó de víctima: “Querían cargarse a Stampa y la causa. Después de un año de juicio, Villarejo llegó a decirme: ‘Tú, Marta, has sido la víctima de todo esto”. La abogada ha repasado también sus inicios a bordo del equipo legal de la formación morada, una etapa en la que participó en causas judiciales de la dimensión del caso Villarejo, caso Pujol, caso Dina, caso Neurona o el caso Pequeño Nicolás.
Sobre ese inicio, Marta Flor relata que ocurrió de la siguiente forma: "Mi procurador me dijo que Podemos estaba haciendo selección de abogados para llevar distintos temas: civil, penal, contencioso... Que, si me interesaba, daba mi nombre. Que era una oportunidad laboral. Dije: 'Bueno, no estoy buscando trabajo. Pero sí, simpatizo con el proyecto'”.
Seis meses después, las otras dos personas al cargo de los asuntos penales de la formación morada la abandonaron “y se quedaron las macrocausas, [Podemos se personó como acusación popular], y solo estaba yo”. Tras sumar a nuevos miembros al equipo legal, se vio inmersa en procesos como los del caso Manos Limpias, el caso Puyol -que acabó transformándose en la acusación contra el ex DAO Eugenio Pino hasta acabar personados en el caso Tándem. La macrocausa contra Villarejo dividida en tres piezas -Iron, Land y Pintor-.
El comienzo
Personarnos "era una forma de seguir el hilo de la corrupción policial. Desde el primer momento percibí que iba a ser gordo, pero ni la mitad de la mitad de la mitad de lo que había. Y que llegaba a implicar al rey emérito...”, detalló la letrada a El País, quien señala como los dos grandes hitos del caso Tándem al estallido del caso Dina -abierto en 2019 para investigar por qué Villarejo tenía una copia de la tarjeta del móvil de Dina Busselheim, quien fue asesora de Pablo Iglesias.
Fue por aquel entonces cuando Marta Flor pidió a sus superiores marcharse, puesto que se había vuelto insoportable la relación con José Manuel Calvente, coordinador del área legal de Podemos, según el relato de ella. Acabaría denunciándole por acoso sexual y laboral, si bien un juzgado madrileño acabó archivando las imputaciones tras no haber sido "acreditado".
La clave tuvo lugar en 2020, cuando se filtró un burofax en el que Calvente acusaba a la letrada de mantener “relaciones íntimas con el fiscal [Stampa] de un asunto importante”. El testimonio de Calvente también fue de peso a la hora de la apertura de la macrocausa contra Podemos enmarcada en el caso Neurona -actualmente, muy desinflada-, tras denunciar supuestas irregularidades financieras.
“Yo creía que Calvente quería destruir mi imagen. Pero ahora veo, con todo lo que hizo después, que el objetivo no era yo sino [perpetrar] la venganza contra quien le ha acusado públicamente de acoso: el partido”, señala Flor Núñez. Fue en octubre de 2020 cuando el juez Manuel García-Castellón reclamó investigar al líder de Podemos e imputar, entre distintas personas, a la abogada.
"Coaccionar mi trabajo"
“García-Castellón eleva una exposición razonada que criminaliza a la víctima y a la abogada de la víctima. Me mete a mí, que no soy aforada. ¿Cómo voy a hacer el trabajo de defender a la víctima si criminalizan a la abogada?”, reflexiona, recordando que "hay otro auto donde formalmente me echa: dice que es incompatible [que ella esté al cargo de] la defensa de las dos víctimas porque hay conflicto de intereses”, por lo que deja otra pregunta en el aire: “Hasta qué punto eso no es coaccionar mi trabajo”.
Sobre la que se convirtió en una suerte de campaña mediática con presencia de la ultraderecha, Marta Flor desvela que "tenía la sensación de estar en una película, de que nada tenía sentido. Me denunció el juez, Vox, una periodista canaria... todo el mundo", sin obviar que "y te das cuenta de que tú vas a sufrir, pero que el ataque no va contra ti".