Abascal pondrá sobre la mesa de la cúpula de Vox romper todos los gobiernos autonómicos con el PP
Fuentes de Vox sugieren que su líder cree que, de ceder ante los populares, no podría salir a la calle si no mantuviera su palabra y que tendría que dejar la presidencia de la formación ultra.
Crece la intensidad y el número de voces que apuntan hacia el primer gran desastre de los ejecutivos de coalición entre el Partido Popular y Vox, en la era Feijóo. Según ha podido confirmar la Agencia EFE con fuentes de la formación ultra, la amenaza de ruptura de los ejecutivos autonómicos que integran con el PP, a razón del pacto para los menores migrantes alcanzado ayer, es muy real. Tanto que ese escenario es el que pondrá sobre la mesa de la cúpula nacional el propio líder de la ultraderecha, Santiago Abascal.
Si esas mismas fuentes ya venían advirtiendo a lo largo de la mañana que existía una "alta probabilidad", pasado el mediodía la tensión no ha dejado de ir en aumento. Así, Abascal propondrá en la reunión del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), una cita que comenzará a las 18.30 horas de esta tarde, en la sede nacional madrileña. En Bambú tienen hoy en la mano la posibilidad de adelantos electorales inesperados en autonomías, a falta de saber cómo responderían los dirigentes populares al ver peligrar el apoyo a sus políticas.
Con todo, la última palabra no la tendrá el propio Abascal sino que se ajustará a lo que decida la cúpula nacional -con el lógico peso que puede tener la opinión del líder del partido, claro-. Estas rupturas afectarían a los ejecutivos compartidos en Castilla y León, Aragón, Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia. En todos ellos, Vox es indispensable para los populares.
Se librarían de esta batería de rupturas las alianzas de PP y Vox tejidas a escala municipal, puesto que consideran que los Ayuntamientos que gobiernan no tienen nada que ver con la aceptación del reparto solidario de unos 400 menores migrantes para aliviar la situación en Canarias. Las fuentes antes mencionadas sugieren que Abascal cree que los populares no le dejan otra salida, que no podría salir a la calle si no mantuviera su palabra y tendría que acabar dejando la presidencia del partido.
¿Quiénes tienen voto en el Comité Ejecutivo Nacional?
Cabe recordar que la que se configura como uno de las mayores choques entre las dos derechas se decidirá en una mesa a la que se sientan los pesos pesados de la formación ultra. A la presidencia de Abascal se suman dos cargos clave, el líder de la formación en Cataluña que también ostenta las responsabilidades de vicepresidente y scretario general Ignacio Garriga, así como Pablo Sáez, el tesorero.
El resto de la lista la componen 17 vocales. Pero es en este grupo donde puede estar la clave de todo, puesto que algunos de ellos serían los propios afectados de una hipotética ruptura de coaliciones con el PP. Es decir, aquellos que forman parte de esos ejecutivos compartidos, en distintas proporciones y relevancias, algunos en los que el PP incluso no fue la formación más votada: Juan García-Gallardo (Castilla y León), Alejandro Nolasco (Aragón), Vicente Barrera (Comunidad Valenciana) y José Ángel Antelo (Murcia).
Una tensión creciente entre ambas derechas: de la irrupción de Alvise a la copia de propuestas
Si bien desde Génova 13 han venido restando importancia a las amenazas que habían ido vertiendo, con insistencia, desde Vox por el reparto de menores migrantes, fuentes de presidencias autonómicas populares habían trasladado a El País que la amenaza era real y que había que darle credibilidad. De hecho, situaban como los puntos calientes o con más papeletas de ir hacia una ruptura a Castilla y León y Extremadura.
Precisamente, el vicepresidente castellano y leonés, Juan García Gallardo, ha sido el protagonista de Vox en materia de una eventual ruptura con el presidente autonómico Alfonso Fernández Mañueco. "Si nos hacen escoger entre el honor y los barcos, escogeremos el honor", aseguró, cerciorando a la prensa "que no le quepa ninguna duda" de que dejará su cargo si se consumó lo que ayer se consumó, el PP apoyando el traslado solidario de menores migrantes -eso sí, dejando en el aire la reforma de la Ley de Extranjería-.
El otro ejecutivo de coalición que desde el PP ven peligrar es el extremeño. Lo creen porque calculan que le saldría más 'barato' en lo que a perder consejeros se refiere -solo cuentan con una consejería, pero esta es la que decide las políticas agrarias de la comunidad y también cuentan con numerosos cargos públicos-.
Pero si algo marca el telón de fondo político son dos claros factores. Los pasados comicios europeos del 9-J supusieron la irrupción de un nuevo actor político en España, el ultra Alvise Pérez y la agrupación de electores 'Se acabó la fiesta', una clara amenaza de fragmentación de voto en la derecha. Pero después de esa cita con las urnas, el PP también ha comenzado a endurecer con más intensidad su discurso sobre la migración copiando propuestas de los de Abascal, como sacar a la Armada a detener cayucos ante los países de origen, en una suerte de pugna política por el discurso antiinmigración.