Un especialista señala el único miembro de la familia de los pinos que tiene el aroma clásico de este árbol
Llega la Navidad y las casas se ponen elegantes, a las típicas luces colgadas en ventanas y balcones se suman los elementos de interior, como el árbol de Navidad.
Llega la Navidad y con ella el alumbrado y la decoración propia para estas fechas. Las calles y los comercios se visten de galas con luces, árboles y un ambiente festivo y acogedor que ayude a que la gente salga y consuma. Las casas, por su parte, también se ponen elegantes. A las típicas luces colgadas en ventanas y balcones se suman los elementos de interior, que se basan principalmente en el portal de Belén y en el árbol de Navidad.
Por ello, el mercado de árboles de Navidad se concentra en el mes y medio antes de Navidad, para la que todos los productores se están preparando ya en regiones como Hungría, donde el uso para adornar los hogares con árboles de verdad sigue aún más extendido que en España, donde la mayoría opta por árboles artificiales.
László Orlóci, presidente de la Organización Interprofesional de Jardineros Húngaros, dijo a InfoRádio que "este año ha sido difícil para los productores". "Por un lado, el gran calor del verano, los períodos cálidos que se suceden en varias oleadas pero que casi convergen, van acompañados de una terrible sequía, que es muy desfavorable para el pino", afirmó.
"Esto afectó principalmente a los jóvenes. Los pinares fueron los más afectados por el anterior, plantado hace dos años. El sistema radicular de estas plantas es todavía muy poco profundo, lo que les dificulta soportar los extremos", señaló Orlóci.
Respecto a la selección del árbol, el especialista afirmó que el aroma clásico del arbol de Navidad, tradicionalmente de la familia de los pinos, es el aroma del abeto común, que no puede ser producido por ninguna otra especie de esta familia en cultivo. "Si prefieres este aroma, elige el tradicional árbol de Navidad, es decir, el abeto común", aseguró.
"También hay otros pinos aromáticos. Por ejemplo, el pino colorado, muy decorativo con largas agujas y follaje plateado, que tiene un olor a aguja muy delicado, especialmente cuando las agujas están rotas, porque entonces emite un olor a naranja. Pero no desprenden el aroma habitual de un árbol de Navidad, sino aromas exóticos", afirmó el presidente de la Asociación de Jardineros Decorativos Húngaros.