Última llamada de auxilio de los vecinos por el acuífero que lleva tirando toneladas de agua durante 40 años en la zona más golpeada por la sequía

Última llamada de auxilio de los vecinos por el acuífero que lleva tirando toneladas de agua durante 40 años en la zona más golpeada por la sequía

Cada día se arrojan al alcantarillado entre 200 y 500 toneladas de agua.

Vista de Ibiza, en una imagen de archivoGetty Images

Ibiza es una de las zonas más golpeadas por la sequía. De hecho, las reservas hídricas de la isla, según los datos del mes de agosto, se encuentran al 32% de su capacidad, la cifra más baja de Baleares.

Pese a esta situación, en Ibiza hay un acuífero subterráneo situado en un garaje que no deja de desperdiciar agua. En concreto, según informa Diario de Ibiza, el acuífero arroja diariamente entre 200 y 500 toneladas de agua al alcantarillado para acabar desembocando en el mar.

Los vecinos llevan desde hace décadas quejándose de esta situación: “Llevamos toda la vida con este problema, que está presente desde que se construyó el bloque de pisos hace unas cuatro décadas. Mientras tanto, se está desaprovechando muchísima agua”, ha denunciado uno de ellos en declaraciones al mencionado medio de comunicación.

El Ayuntamiento de Ibiza inició hace casi un año obras para solucionar el problema, sin embargo, según un vecino, las mismas se encuentran “paralizadas”. Esa misma persona ha explicado: “Creo que está completada la infraestructura de la reforma. De hecho, ya están instalados unos tubos subterráneos en nuestro acuífero que conectan con el interior de los depósitos subterráneos que hay en el aparcamiento de sa Graduada. Allí se supone que toda esta agua no se desaprovecharía tanto, pero de momento seguimos como siempre”.

Por su parte, el Consistorio ha informado de que se encuentra “en trámites para conseguir los permisos correspondientes”, algo que es indispensable para instalar “el nuevo depósito y acabar las obras”.

En ese sentido, el Ayuntamiento ha explicado a Diario de Ibiza que “nos queda instalar el dispensador, el nuevo sistema bombeo, así como mover el nuevo depósito. También falta acabar las obras de un pequeño tramo de tuberías. Cuando esté todo listo, esa agua de gran calidad que ha sido desaprovechada y residual desde hace mucho tiempo, pasará a ser utilizada, entre otras cosas, para regar y limpiar las calles”.