¿Tienes un coche tipo SUV? Mira lo que ha hecho París con ellos y tiéntate la ropa
Contaminan tanto como España y Alemania juntas, por lo que el Ayuntamiento de la francoespañola Hidalgo planteó subirles el parking. Los parisinos han dicho que sí.
Los parisinos votaron este domingo de forma mayoritaria para endurecer las condiciones de circulación de los vehículos más pesados, en un referéndum convocado por el Ayuntamiento para triplicar el precio del aparcamiento para estos vehículos, que estuvo marcado por una baja participación ciudadana.
El 54,55 % de los que parisienses se mostró favorable a la propuesta de la Alcaldía de París, aunque menos del 6 % de los 1,3 millones de electores convocados acudió a las urnas.
Menos de un año después de haberse pronunciado contra los patinetes eléctricos de alquiler, que obligó a las empresas que los ofertaban a abandonar la ciudad el pasado verano, la nueva consulta popular puso en su punto de mira a los vehículos de más peso y volumen.
En concreto, afectará a los vehículos térmicos o híbridos que pesen más de 1,6 toneladas y a los eléctricos que superen las dos toneladas. Según la Agencia Internacional de la Energía, los 330 millones de SUV que hay en el planeta suponen un grave impacto en el cambio climático y contaminan tanto como toda España y Alemania juntas. Si fueran un país, serían el sexto emisor de CO2 del globo. Ciudades como Londres o Berlín estaban muy pendientes de esta consulta porque el debate sobre hacer algo parecido se ha instalado también en sus consistorios.
Cuando entre en vigor la medida de París, estos medios de transporte verán triplicado el precio del aparcamiento: hasta los 18 euros por hora en los distritos más céntricos de la ciudad y 12 en los más periféricos. Según los cálculos de la municipalidad, la capital gala ingresará 35 millones de euros suplementarios por este concepto.
Se trata de una victoria para la alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo, que en su cruzada contra los vehículos había abanderado esta medida y que la había personificado en los SUV, vehículos utilitarios de mayor tamaño y altura que suponen la mitad de las ventas.
Hidalgo llevará ahora esta medida al pleno municipal, que deberá refrendarla antes de que entre en vigor, pero parece poco probable que no avance tras el respaldo popular recibido.
La alcaldesa había lanzado una campaña en la que se centraba en los SUV, aunque no todos estos vehículos superan el peso fijado por el Ayuntamiento.
Pero, según los datos de la Alcaldía, pesan 200 kilos más y miden 25 centímetros más que los utilitarios, lo que unido a su éxito de ventas, ha incrementado la contaminación en las ciudades al tiempo que ha reducido el espacio.
De los 975 kilos de media que pesaba el parque automovilístico en 1990 se ha pasado a los 1.233 actuales, indica el Ayuntamiento.
Baja participación
La victoria de Hidalgo queda algo ensombrecida por la baja participación. En los 38 lugares de voto abiertos en diferentes puntos de la ciudad entre las 9:00 hora local y las 19:00 (misma hora en Madrid) no se registró un elevado flujo de parisienses.
La iniciativa no ha estado exenta de polémica, porque la alcaldesa dejó fuera de la obligación a los residentes, lo que prácticamente le garantizaba la victoria en la consulta, pero para los críticos pone de manifiesto que tras ella no está la voluntad ecologista que esgrime.
"No es una medida contra la contaminación, es populismo ecologista", indicó el presidente de la asociación 40 millones de automovilistas, Pierre Chasseray, al diario Le Parisien.
Hidalgo, que llegó al consistorio con una medida emblemática bajo el brazo, el cierre al tráfico en las riberas del Sena, ha multiplicado en los últimos años la peatonalización de calles y la extensión de carriles para bicicletas, en una asumida cruzada contra los automóviles.
Iniciativas que le han valido elogios, que también ha obtenido por esta nueva medida contra los vehículos más pesados.
Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía, organismo con sede en París, aseguró que la medida tomada por la capital francesa tendrá un efecto de arrastre en otras ciudad.
"Muchas ciudades estaban pendientes de esta consulta. He hablado con algunos alcaldes de grandes ciudades de todo el mundo y se toman el problema muy en serio", afirmó al citado medio.