La sequía deja sin agua a un 20% de la población en África Oriental, 33,5 millones de personas
En este Día Internacional del Agua, Oxfam publica un informe que evidencia que "las personas más hambrientas de la región son también las más sedientas".
Un total de 33,5 millones de personas en Etiopía, Kenia y Somalia -una de cada cinco personas, el 20%- carece de agua suficiente para beber por la intensa sequía que azota a esos países de África oriental, denunció hoy la ONG Oxfam.
"Se prevé que las escasas precipitaciones continúen por sexta temporada consecutiva en la región de África oriental hasta el mes de mayo, convirtiendo la actual sequía en la más larga jamás registrada", afirmó la ONG en un comunicado emitido con motivo del Día Internacional del Agua, que se celebra este miércoles.
En algunas zonas de Etiopía, Somalia y el norte de Kenia, el coste del preciado líquido se ha disparado un 400 % desde enero de 2021, quedando fuera del alcance de 22,7 millones de personas, ya en situación de hambre aguda.
"Las personas más hambrientas de la región son también las más sedientas. Con la pérdida de sus cultivos y de sus animales se han quedado sin recursos económicos. Ahora tienen que pagar por un agua cuyo precio no deja de incrementarse", subrayó la directora de Oxfam en África, Fati N’Zi-Hassane.
La sequía, que dura más de dos años, ha causado la muerte de más de trece millones de cabezas de ganado, ha secado miles de hectáreas de cultivo y ha obligado a 1,75 millones de personas a abandonar sus hogares en busca de agua y alimentos, según la ONG humanitaria.
"Cientos de miles de personas dependen del suministro de agua de emergencia mediante camiones cisterna o recurren a pozos sin tratar, cuya agua no es segura y está contaminada. Sin agua apta para el consumo, las personas corren el riesgo de contraer enfermedades prevenibles, como diarrea aguda o cólera", añadió N’Zi-Hassane.
Como explicó a Oxfam Khadra Omar, de 26 años y residente en Mogadiscio, "a consecuencia de la sequía, las personas están poniendo en peligro sus vidas bebiendo agua no apta para el consumo. Las pasadas sequías no fueron tan graves como ésta".
"Éramos capaces de conseguir agua, pero, esta vez, resulta imposible. Todo se ha secado y el agua disponible es muy cara, no podemos permitírnosla. La gente está muriendo de sed", agregó Omar.
Aunque se ha logrado evitar la declaración de hambruna en países como Somalia, hasta la fecha sólo se han proporcionado fondos para cubrir el 20 % de los 7.000 millones de dólares del llamamiento de la ONU para Etiopía, Kenia y Somalia, lo que limitará los esfuerzos dirigidos a ayudar a millones de personas en riesgo.
"El mundo no debe dar la espalda a África oriental. Sin un incremento significativo y urgente de la ayuda, muchas más personas morirán de hambre y sed", advirtió la directora, al recalcar que, para atajar estas "crisis recurrentes", se necesita "ir más allá de la ayuda humanitaria inmediata y buscar soluciones a largo plazo".