Por qué coger conchas de la playa no es precisamente una buena idea
Conlleva un problema medioambiental con gravísimas consecuencias para millones de especies y ejemplares.
La alteración o modificación de los ecosistemas es una práctica extraordinariamente dañina para infinidad de especies y entornos naturales, que pueden acarrear consecuencias de difícil solución y en muchos casos, irreversibles.
Esto es una máxima que todo el mundo conoce pero que no todos están dispuestos a respetar, bien por desobdiencia o bien por el desconocimiento acerca de qué actitudes o comportamientos se encuadran dentro de la 'alteración de ecosistemas'.
Y es que las acciones humanas pueden tener un impacto directo y devastador en la vida de millones de especies y ejemplares que se encuentran en una situación de vulnerabilidad ante nosotros. Por ello, la concienciación respecto a determinados actos o prácticas muy extendidas en determinados entornos se antoja fundamental para preservar la vida marina y terrestre de numerosas especies.
El primero paso para detectar cuáles son estas prácticas es ser plenamente conocedor de que cualquier mínimo gesto que hagamos tendrá su repercusión en la eternidad y lo que puede parecer algo cool, como puede ser el hecho de coger conchas del fondo marino, resulta definitivo y devastador para el medioambiente.
Según un estudio elaborado en 2014, el incremento de la retirada de conchas marinas de las playas produjo un "daño significativo" en numerosas formas de vida animales cuya supervivencia depende en gran medida a la presencia de esta especie.
Esto debería ser algo evidente, pero parece que no lo es para millones de personas, que encuentran en esta práctica -coger conchas para colocarlas en casa o a modo de adorno- una diversión o hobby sin conocer la dimensión que el simple acto de coger una concha puede tener para millones de microorganismos, algas, peces, crustáceos, etc.
"Las conchas son importantes para múltiples hábitats"
Algunas de esas consecuencias inciden no solo en especies marinas, sino también en los pájaros, que en muchos casos utilizan sus estructuras y componentespara construir sus nidos. Además, son vitales para numerosas especies marinas, y también suponen una fuente de carbonato de calcio, capaz de disolverse en agua y reciclarse al océano.
De acuerdo con las declaraciones de Michal Kowalewski, autor principal del estudio mencionado anteriormente y paleontólogo del Museo de Florida, "las conchas son imprtantes porque cumplen múltiples funciones en los ecosistemas naturales".
Por su parte, Geerat Vermeij, experto en conchas de moluscos y profesor de geología en la Universidad de California Davis (EEUU), afirmó que las "almejas son de primordial importancia para los cangrejos Paguroidea", ya que su presencia "en las costas rocosas suponen un recurso principal para ellos".
Leyes que prohiben estas prácticas
Por otro lado, la presencia de almejas muertas en el fondo marino también tiene una gran utilidad para millones microorganismos que se posan sobre ellas. Por todo esto, si se eliminan las conchas, también se "eliminarán lso hábitats de estos colonos", aseguró Vermeij.
El estudio de hace una década tomó como muestra datos mensuales de entre 1978 y 1981 y posteriormente entre 2008 y 2010 en la Playa Llarga (Barcelona), y los resultados fueron muy reveladores: la presencia de conchas se redujo en un 60% entre ambos períodos.
Las conclusiones vertidas del estudio apuntaron a los turistas y curiosos que se han encargado de despoblar la costa de conchas, alterando de forma grave "los hábitats a través de actividades que muchos percibirían como inofensivas", señalan.
Por otro lado, hay que recordar que en muchos lugares esta recolección de conchas es ilegal, como ocurre en Reino Unido con la Ley de Protección Costera, que data del año 1949, y la cual establece como prohibida la extracción de cualquier material natural de las playas públicas.