Piden el derribo urgente de un embalse en la zona más castigada por la sequía
Grupos ecologistas exigen la demolición de la presa en el corazón del parque de Aigüestortes
El debate sobre el futuro del embalse de Estany de Sant Maurici ha vuelto a la palestra con fuerza, tras la petición de varios grupos ecologistas de que se derribe la presa que lo conforma, ubicada dentro del parque nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici. Entidades como IPCENA (Institució de Ponent per a la Conservació i l'Estudi de l'Entorn Natural) y Depana, según El Periódico, han solicitado de manera firme la eliminación de esta estructura, considerada por muchos una "aberración" en un espacio natural protegido.
Desde hace años, los defensores del medioambiente han pedido la retirada de las presas ubicadas en zonas protegidas, alegando que generan un impacto negativo en el entorno y en la fauna acuática. “Es una vergüenza que sigan en pie. Era totalmente viable indemnizar a las compañías eléctricas para eliminarlas”, ha declarado Joan Vázquez, portavoz de IPCENA.
Una infraestructura que no tiene cabida en el parque
El parque nacional de Aigüestortes, uno de los espacios naturales más emblemáticos de Cataluña, alberga en su interior varias presas, muchas de las cuales, como la de Estany de Sant Maurici, fueron construidas hace décadas para facilitar la producción de energía hidroeléctrica. Sin embargo, los grupos conservacionistas consideran que, tras el paso del tiempo y con los cambios legislativos y ecológicos, estas infraestructuras carecen de sentido en la actualidad.
La Agència Catalana de l'Aigua (ACA) está estudiando el caso, aunque los expertos coinciden en que la eliminación de la presa es la única opción viable. “Dentro del parque nacional no hay alternativa, jurídicamente es imposible mantenerlas en funcionamiento”, ha señalado Lluís Toldrà, miembro de Depana.
Un embalse sin utilidad real para el ecosistema
La presa de Estany de Sant Maurici, que en su día se construyó con fines energéticos, ha quedado desfasada en la actualidad, generando más inconvenientes que beneficios. El embalse, que ya no cumple su función original de manera eficiente, actúa como una barrera artificial que impide el libre curso del agua y afecta a la biodiversidad de la zona.
Grupos ecologistas sostienen que su eliminación permitiría restaurar el equilibrio natural del ecosistema, devolviendo a la zona su configuración original. Los expertos en ecología fluvial coinciden en que el impacto positivo de desmantelar estas estructuras sería inmediato y visible en la flora y fauna locales.