Parece pintado, pero no: este es el bellísimo árbol de los mil colores
Puede llegar a alcanzar hasta 75 metros de alto, con hojas que se extienden hasta 13 centímetros.
El eucalipto arcoíris, conocido científicamente como Eucalyptus deglupta, se ha convertido en una de las especies vegetales más asombrosas del planeta. Esto se debe a su característica corteza multicolor. Este fenómeno natural, lo distingue de cualquier otro árbol y lo ha hecho destacar en jardines botánicos y parques públicos alrededor del mundo.
Cuando llega a su madurez, puede llegar a alcanzar hasta 75 metros de alto, con hojas que se extienden hasta 13 centímetros. Aunque sus flores no son el principal atractivo, pueden aparecer en algunas ocasiones, agrupadas en umbelas. La copa de este gigante es cónica, pero se va aplanando con el paso del tiempo.
Según la revista National Geographic, a medida que este árbol exótico envejece, su corteza comienza a desprenderse, revelando una brillante gama de colores en su tronco que va desde el verde vibrante hasta el violeta, azul, naranja y rojo. Este espectáculo de colores se debe a la oxidación de la capa interna del árbol. Inicialmente su interior es verde, pero se transforma conforme envejece.
Nativo de la selva, pero adaptable al mundo
Aunque el hábitat natural del eucalipto arcoíris se encuentra en las selvas tropicales de Nueva Bretaña, Nueva Guinea, Seram, Sulawesi y Mindanao, el árbol ha demostrado ser extraordinariamente adaptable a otros ecosistemas.
A pesar de que florece naturalmente en climas húmedos y densamente vegetados, ha prosperado también en condiciones más áridas, como en los patios de hogares estadounidenses e incluso en zonas secas como Texas.
El eucalipto arcoíris, con su explosión de colores naturales y su capacidad de adaptación, sigue cautivando tanto a expertos en botánica como a personas que buscan tener un toque de la naturaleza más exótica en sus hogares.