Muchos son los que tiran mal el blíster del medicamento: este es el lugar adecuado
Que no, olvídate del contenedor amarillo, te estás equivocando.
Si eres de los que cuando terminan la última pastilla del blíster y lo lanza directamente a la bolsa de reciclaje que después irá a parar al clásico contenedor amarillo -de envases plásticos, entre otros fines-, te estás equivocando.
Se trata de una escena habitual. Separar la caja de cartón, que en teoría debería ir al contenedor azul -papel y cartones-, y el plástico al amarillo. El planteamiento no es erróneo, pero al tratarse de un producto especial, tiene un tratamiento especial.
Los envases de medicamentos gastados, así como aquellos que aún tengan alguna dosis pero hayan caducado o se haya terminado el ciclo del tratamiento, deben ir a un punto específico de recogida presente en un establecimiento común en buena parte de las localidades españolas.
¿Punto SIGRE?
Hablamos pues de los conocidos como puntos SIGRE. Básicamente son contenedores especiales situados en las farmacias en los que se puede -y debe- depositar todo aquello que ha estado en contacto con un medicamento o fármaco. Hasta el prospecto -sí, ese papel que se convierte en sábana al desplegarse y recoge todas las contraindicaciones y métodos de administración-.
Cabe destacar que en estos puntos SIGRE también se pueden depositar artículos de parafarmacia con el símbolo SIGRE en el envase, pero lo que no se puede hacer es dejar restos de material sanitario como agujas, pitufos, prótesis, radiografías, pruebas con reactivos -por ejemplo, desde un test covid al de embarazo-, etc.