Marruecos se desespera con sus pozos de agua
El país convive con la sequía desde hace cuatro años.
La agricultura marroquí se enfrenta a la peor cara del cambio climático, una sequía prolongada que amenaza los acuíferos de muchas de las zonas dedicadas a la producción agrícola en Marruecos. La situación empieza a ser alarmante en algunas regiones. En Sus-Masa, los agricultores se han visto forzados a cavar pozos de agua a más de 300 metros de profundidad, en busca de un recurso vital que se ha vuelto cada vez más escaso.
Marruecos convive con la sequía desde hace cuatro años, lo que ha dejado las reservas de agua en niveles críticos. Las altas temperaturas que se han registrado este verano por culpa de una ola de calor sin precedentes, tampoco han contribuido a mejorar la situación. En la región de Sus-Masa, los termómetros registraron niveles récord, superando este agosto los 50 grados centígrados.
Al mismo tiempo que suben las temperaturas en Marruecos, también ha aumentado el riesgo financiero que supone poner en marcha un operativo de búsqueda de acuíferos. Los agricultores, desesperados en la búsqueda de una solución, pagan grandes cantidades de dinero por agujerear el suelo. Todo, con la incertidumbre de saber si aparecerá o no agua, según el portal Freshplaza.
Además de la sequía, que ya ha dañado parte de las primeras cosechas, los agricultores marroquís deben enfrentarse también a las dificultades que tienen para conseguir semillas resistentes a los virus que afectan a los cultivos o las restricciones potenciales a las exportaciones, que podrían influir en los volúmenes de hortalizas que acaban en otro país.