Los expertos de este país piden dejar de lanzar al vecino la dañina plaga viscosa que llega de España

Los expertos de este país piden dejar de lanzar al vecino la dañina plaga viscosa que llega de España

Lo que en nuestro país es inofensivo (y hasta rico para algunos), en Finlandia causa problemas... 

Caracoles apilados en un mercado andaluz, en una imagen de archivo.Erwin Wodicka / ullstein bild via Getty Images

¿Hay algo menos peligroso que un caracol? Son tranquilos, no hacen daño, van a lo suyo y, depende de los gustos, para algunos están hasta ricos en cazuela. Sin embargo, hay países como Finlandia donde el caracol español está causando problemas, una dañina y viscosa plaga para la que están lanzándose avisos a la comunidad. 

Según un anuncio hecho por las autoridades de la ciudad de la ciudad de Huittisten y del que se ha hecho eco el diario Maaseudun Tulevaisuus, en el antiguo campo deportivo de la localidad "se han encontrado caracoles españoles, que están reguladas como especies exóticas dañinas a nivel nacional".

"El caracol suele ser de color marrón oscuro o negro y tiene un tallo largo. Un molusco adulto puede medir hasta 14 centímetros", expone el diario, que precisa que el caracol español se distingue del caracol de Finlandia "por la ubicación de la abertura para respirar"

Como la presencia de estos animales es masiva, las autoridades piden que, cuando se encuentren, hay que retirarlos de "patios, jardines y áreas públicas".

"En grandes cantidades, pueden causar daños a otras especies locales y a la biodiversidad. El moco segregado por un caracol puede ser perjudicial para los humanos y los animales domésticos debido a las bacterias que contiene", ahonda. Es un aviso como los que podemos tener en España ante otras especies que amenazan la fauna y la flora nacional. Solo que hablamos, ahora, de que los invasores son los animales españoles. 

El diario explica que no se deben recoger caracoles con las manos desnudas debido al riesgo de listeria y E. coli, pero sí se pueden atrapar, "por ejemplo, unas pinzas para barbacoa". Una idea peculiar. Y lanza un aviso, por si hay quien tiene la tentación de quitarse el problema de un plumazo: "El caracol capturado no se debe arrojar al lado del vecino, sino que se deben matar los moluscos uno por uno, dejándolos caer en agua hirviendo".

"Alternativamente, puedes verter abundante agua hirviendo sobre el caracol español" y, luego, "los caracoles muertos se pueden eliminar bien embalados junto con los residuos mixtos". No olvidemos el alto nivel de reciclaje de los países del norte de Europa.