Los científicos hallan la forma de cultivar en la Luna
El objetivo es que las bases lunares sean autosuficientes en el futuro.
Los científicos han encontrado la forma de cultivar en la Luna, lo que supone un gran avance en la carrera por la sostenibilidad alimentaria en los viajes espaciales. Y aunque parezca sencillo, no lo es: la superficie lunar está compuesta por un polvo con rocas fragmentadas, lo que dificulta la proliferación de la agricultura.
Como informa Meteored, la labor ha sido liderada por científicos de la Universidad de Texas A&M, que han plantado semillas de garbanzo de distintas variedades en el suelo lunar y han logrado que germinen. Y si este éxito se puede aplicar en un futuro a otras plantas, las autosuficiencia de las bases lunares estaría casi garantizada.
Para poder hacer frente al suelo tóxico, poroso y de baja densidad que presenta el satélite, los científicos tuvieron que buscar alternativas. Hallaron la solución en dos pequeños organismos: las lombrices y los hongos.
Descubrieron que con la ayuda de gusanos se puede crear vermicompost, un abono rico en nutrientes que mejora el suelo y favorece el crecimiento de plantas. Se trata de lombrices de tierra que se alimentan de materia orgánica en descomposición
Y para hacer el suelo menos tóxico por los metales de los que se compone, llevaron a la Luna hongos micorrízicos arbusculares (HMA). Viven en simbiosis con las plantas, protegiendo a los cultivos de los materiales tóxicos gracias a la captura de los materiales pesados del suelo.
Futuro prometedor en garbanzos
Las plantas que se cultivaron en suelos con hasta un 75% de composición lunar, mostraron resultados muy prometedores. La mayoría florecieron aunque mostraban evidencias de falta de clorofila.
No sucedió lo mismo con las plantas cultivadas en suelos con mayor proporción de regolito lunar -polvo con rocas fragmentadas-, que crecieron pero poco. Además, tenían menos ramas y hojas.