Los científicos dan la fecha en la que el agua subterránea dejará de ser potable

Los científicos dan la fecha en la que el agua subterránea dejará de ser potable

La amenaza del cambio climático.

Una persona llena de agua su botella en una fuente pública.Beata Zawrzel

El agua subterránea es una fuente vital de agua potable para millones de personas en todo el mundo. Esta se localiza en grietas de rocas o suelos y forma parte del ciclo hidrológico que incluye la evaporación, precipitación y filtración del agua en el suelo. La capa más cercana a la superficie se llama zona saturada.

El agua subterránea es crucial para el suministro de agua potable, especialmente en las regiones donde el suministro superficial es insuficiente o están contaminadas. Además de para el consumo, también se utilizan en agricultura y en algunos procesos industriales, como puede ser el de la refrigeración o el de la misma fabricación de productos.

El cambio climático afecta a nuestro planeta en todos los sentidos y el agua subterránea no es la excepción. Según una investigación que se ha publicado en la revista Nature Geoscience, de la que se hace eco National Geographiclas aguas subterráneas también se están calentando, lo que supone una muestra más del actual calentamiento global.

Un equipo de científicos del Instituto Tecnológico de Karlsruhe (KIT) ha proyectado cómo cambiará la temperatura del agua subterránea desde hoy hasta el año 2100. Basándose en dos escenarios climáticos: el SSP 2–4,5 y SSP 5–8,5, que describen diferentes ritmos de desarrollo socioeconómico y de concentraciones de gases de efecto invernadero. Los pronósticos indican que, en menos de 80 años, el agua se calentará entre 2,1 °C y 3,5 °C.

La Dra. Susanne Benz del Instituto de Fotogrametría y Teledetección del KIT explica que "la tasa más alta de calentamiento de las aguas subterráneas del mundo se puede esperar en lugares con un nivel freático poco profundo y/o un alto calentamiento atmosférico". Como resultado, dejarán de ser aptas para beber para cientos de millones de personas. En el escenario SSP 2–4,5, esto afectaría a entre 77 y 188 millones de personas, mientras que en el escenario SSP 5–8,5, el número podría ascender a 588 millones.

El aumento de la temperatura del agua subterránea puede incrementar la concentración de sustancias nocivas como el arsénico y el manganeso, lo que puede tener graves impactos en la salud humana, especialmente cuando esta agua se utiliza para beber.

El calentamiento del agua subterránea no solo es una mala noticia para las personas, sino también para los ecosistemas. El agua más caliente favorece el desarrollo de patógenos, que pueden alterar la biodiversidad y los ciclos de carbono y nutrientes de la Tierra. Los autores del estudio instan a los gobiernos a tomar medidas para proteger las aguas subterráneas y contrarrestar el impacto negativo del cambio climático.