Las gaviotas toman la ciudad y los expertos avisan: "Si anidan en tu balcón no querrás salir"
"Empezaron a ser más urbanas, por así decirlo...".
La problemática de los animales que ven alterado su ecosistema original por la acción del hombre no se reduce solo a escenas de jabalíes cruzando pasos de peatones en Galicia o bajando a urbanizaciones en Cataluña. También es una cuestión que 'sobrevuela' otros ámbitos y llega a posarse incluso sobre las ciudades.
Lo que constituye un auténtico quebradero de cabeza en urbes y localidades costeras desde Galicia a Euskadi también tiene su fiel reflejo con lo que ocurre en espacios urbanos similares del país vecino, Portugal. Hablamos pues de una suerte de amenaza en forma del graznido de una gaviota en la azotea de tu edificio. Un animal más propio de entornos marítimos y portuarios donde acostumbran a obtener su alimento.
Prueba de ello es la advertencia realizada por un experto en la materia, Nuno Ventinhas, técnico en el Instituto para la Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF), quien en un reportaje para la edición lusa de la cadena CNN no duda en afirmar que "los animales salvajes se están volviendo más urbanos". Y esto incluye a las gaviotas, quienes "empezaron a ser más urbanas, por así decirlo...". Y quienes destacan por ser "extremadamente territoriales".
"Te garantizo que mientras esté ahí, no irás"
"Están empezando a tener una percepción cada vez mayor de que podemos convivir perfectamente con ellos", explica el experto, indicando que "si tienes la mala suerte de tener un nido en tu balcón, te garantizo que mientras esté ahí no irás al balcón". Incluso apunta a un caso especialmente problemático, al tratarse de un complejo hospitalario.
"Desde hace más de cuatro años, todos los años, nos llaman desde el Hospital Doña Estefânia. En uno de los edificios del hospital, unas gaviotas decidieron crear un nido", desgrana. "Lamentablemente es en un edificio donde hay una serie de aparatos donde tienen que recolectar [para medirlo] el polen cada mes, porque de allí salen los valores orientativos de niveles para todo el país. Por supuesto, cada vez que fueron allí [los técnicos] no pudieron", añade a renglón seguido.
Entre las posibles explicaciones de cómo se ha podido llegar a este escenario, Ventinhas lo tiene claro: "¿Qué pasa en la Costa da Caparica? A veces cuando los barcos llegan al muelle, o a veces estando todavía en el mar, pero cerca de la costa, si pescan cierta cantidad de peces que saben que no saldrán, los despiden. Ahora esto sirve de alimento para las gaviotas. Y significa fomentar toda tu concentración en ese lugar".