La isla lunar llena de ratas negras se convierte en un vergel en tiempo récord
Un paraíso renace en el corazón del Caribe y se convierte en ejemplo para el movimiento ambientalista alrededor del mundo.
Los habitantes de Redonda, la tercera isla que forma parte de Antigua y Barbuda, han sido testigos de un renacimiento asombroso. Esta isla, que muchos reconocen su forma lunar y la colonia de ratas negras que invadía su orografía, ha conseguido el título oficial de área protegida, lo que supone un hito en el proyecto que se ha puesto en marcha para preservar su biodiversidad y su rol como refugio de aves migratorias y especies únicas.
La Reserva del Ecosistema Redonda, como así se le llama al espacio protegido, no solo abarca la isla en sí sino también las praderas de pastos marinos circundantes y un arrecife de coral, lo que supone una zona de protección que se extiende alrededor de 30.000 hectáreas. Un logro con el que, según BBC, ponen su grano de arena en el marco del proyecto global "30x30", que busca proteger el 30% de la superficie terrestre para 2030.
El resurgir de Redonda
Redonda, que estuvo habitada hasta la Primera Guerra Mundial, es hoy en día el ejemplo de la recuperación medioambiental y la diversidad biológica. Alberga numerosas especies amenazadas, colonias de aves marinas de relevancia internacional y lagartos endémicos.
Sin embargo, el islote de Redonda nunca ha podido presumir de ser un vergel. Las ratas negras y las cabras introducidas por colonos se encargaron de arrasar con la vegetación de la isla, dejándola prácticamente desierta. En 2016, se puso en marcha un ambicioso proyecto para erradicar a las ratas y reubicar a las cabras, lo que permitió recuperarse a la vegetación nativa. Este esfuerzo fue liderado por la ONG local Environmental Awareness Group (EAG), en colaboración con el gobierno y socios internacionales, incluyendo Fauna and Flora International (FFI).
Gracias a este esfuerzo conjunto, 15 especies de aves terrestres han regresado a la isla, y la población de lagartos endémicos, como el dragón terrestre Redonda, en peligro crítico de extinción, ha experimentado un notable aumento.
Johnella Bradshaw, coordinadora de la reserva, subraya la importancia de que la protección otorgada se traduzca en acciones concretas. En un momento en que las islas de la región enfrentan condiciones climáticas sin precedentes, la conservación se convierte en una prioridad crucial.