España intenta copiar las oportunas autopistas del agua de Marruecos
Con una longitud de 160 kilómetros, el proyecto se presenta como un modelo de eficiencia y sostenibilidad en el suministro de agua.
Marruecos lleva años luchando contra la sequía. A pesar de que el desierto del Sahara registrara sorprendentes lluvias en septiembre, el país vecino, con los embalses al 29% de su capacidad, se ha visto obligado a tomar medidas para garantizar el suministro de agua entre la población, tal y como destacan en El Debate.
Entre las políticas de acción se contempla la siembra de nubles, una iniciativa que busca alterar el clima por medio del bombardeo de nubes con sustancias de aire, por lo general yoduro de plata o hielo seco. Por medio de la introducción de dichas sustancias en nubes con agua líquida por debajo de los cero grados, logran condensar la humedad en gotas y producir lluvia.
Otra de las medidas pasa por la inclusión de desalinizadoras móviles, empleadas para la abastecer de agua a las zonas más agrícolas. Sumado a ello, en agosto de 2023 inauguraron su primera autopista de agua desde el norte del país, rico en embalses, hasta el sur, donde la sequía es más pronunciada.
Autopista de agua en España
Respecto a ello, en España se encuentra la Autovía del Agua de Cantabria. Con una longitud de 160 kilómetros, esta infraestructura es un extenso acueducto subterráneo que se extiende de este a oeste a lo largo de Cantabria, que ha transformado la gestión hídrica en el norte de España y, por otro lado, se presenta como un modelo de eficiencia y sostenibilidad en el suministro de agua.
Esta monumental infraestructura, iniciada en 2004 con un costo estimado de 180 millones de euros, conecta todas las cuencas hidrográficas de Cantabria a lo largo de su costa, desde Unquera hasta Castro Urdiales. El sistema permite la transferencia de agua entre los diversos valles de la región, adaptándose a la demanda a lo largo del tiempo.
La Autovía del Agua no solo se limita a unir las cuencas hidrográficas, sino que también cuenta con ramales perpendiculares que se conectan con redes secundarias de abastecimiento en la región, incluido el bitrasvase Ebro-Pas-Besaya. Este último facilita el almacenamiento invernal de agua en el embalse del Ebro, brindando la posibilidad de satisfacer la demanda estival a través de la interconexión con la Autovía del Agua. Sin embargo, cabe destacar que el agua del Ebro, al pertenecer a una cuenca hidrográfica diferente, debe ser devuelta en caso de excedentes en los ríos de la cuenca cantábrica.
