Un español está detrás de los edificios más resistentes del mundo
Su labor es una de las que más responsabilidad conlleva.
Pocas veces habrán pensado en cuál es la profesión que más responsabilidad conlleva. Sin duda alguna, la de José Miguel Adam podría encabezar esa lista. Este valenciano, en una entrevista al periódico El Mundo, explicó cuál es su labor, la importancia que acarrea y la dificultad que la envuelve.
Adam es doctor ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y según comenta, su función tiene sentido cuando "todo ha fallado". Su lugar de trabajo es el laboratorio del Instituto de Ciencia y Tecnología del Hormigón (ICITECH) de la Unversitat Politècnica de Valencia. La razón de ser de su labor es evitar o minimizar que se produzcan catástrofes como consecuencia de terremotos o cualquier fenómeno extremo que pueda producirse.
Para ello, simula el impacto de todo tipo de eventos sobre las construcciones y comprobar tanto las consecuencias que puedan tener lugar como las mejoras que se puedan incorporar. Adam es considerado uno de los mayores expertos en diseño de edificios ultrarresistentes, algo en lo que desde la UE se está trabajando con mayor intensidad con vistas al futuro.
Qué edificios tienen 'prioridad'
Entre sus mayores preocupaciones se encuentran todo tipo de edificios gubernamentales, así como hospitales, terminales de aeropuertos, etc. Para lograr su objetivo, debe anticiparse a todo tipo de situaciones (previsibles o no): ataques terroristas, incendios, terremotos, inundaciones, efectos del cambio climático...
Él fue el encargado, junto a su equipo, de simular un ataque "al primer edificio-probeta" que podría resistir este tipo de eventos en España. Esta investigación contó con ayudas y becas por parte de instituciones y fundaciones como la Beca Leonardo de la Fundación BBVA.
Según explicó él mismo, su objetivo siempre fue "ser científico y hacer ciencia" y finalmente se decantó por la Ingeniería de Caminos ya que vio "un enorme potencial en el campo de la construcción".
Desastres recientes
Uno de sus objetivos es "minimizar riesgos", ya que un edificio 100% indestructible es imposible de diseñar y construir. De hecho, tras el terremoto ocurrido en Turquía, sostiene que un fenómeno así es inevitable aunque se podría haber paliado con la construcción de edificios más nuevos, ya que "no estaban bien mantenidos y la construcción no era la adecuada".
Finalmente, en lo referido a España, sostiene que en nuestro país no podría ocurrir algo así ya que en las zonas de mayor sismicidad, las construcciones son "seguras", mientras que en el resto del territorio la posibilidad de que ocurra es tan ínfima que no se prevé que pueda ocurrir.
Igualmente, asegura que si el terremoto de Turquía se hubiese producido en zonas no sísmicas de España, las consecuencias habrían sido muy parecidas a las que ocurrieron en el país otomano.