El escorpión de agua con sangre azul usada para test de infecciones en astronautas
El animal tiene más de 400 millones de años y se puede encontrar en varias zonas costeras del mundo.
"Miren esto señores, lo que nos acabamos de encontrar". Así empieza el último vídeo viral de TikTok en el que se ve como un hombre, al más puro estilo Frank de la Jungla, saca del agua un "horseshoe crab" (cangrejo herradura, en español) para explicar algunas curiosidades sobre este artrópodo marino que tiene más de 400 millones de años y se puede encontrar en varias zonas costeras del mundo.
El cangrejo herradura es una criatura fascinante que está protegido por una concha dura, en forma de herradura -la que le da el nombre- que a pesar de su denominación no pertenece a la familia de los crustáceos sino a la de los artrópodos, es decir, la de escorpiones, arañas y algunos insectos.
"Aunque ustedes lo ven así, es totalmente inofensivo. No hace nada", explica el protagonista del vídeo publicado en el canal @pescaycazausa antes de aclarar que en la zona en la que se encuentra está prohibida su pesca. Aunque no está considerada una especie en peligro de extinción, en algunos lugares se han implementado medidas de conservación ya que la construcción de diques, la eliminación de humedales y la contaminación del agua amenazan su existencia.
Una de las características más interesantes del cangrejo herradura es su sangre, de color azul intenso por la presencia de una proteína llamada hemocianina. Esta sangre tiene una capacidad única para coagularse en contacto con ciertas bacterias, lo que la convierte en una herramienta valiosa para detectar infecciones en productos farmacéuticos y médicos, como los que llevan los astronautas en sus misiones espaciales.
De hecho, durante los vuelos de la NASA en la década de 1960 se llevaron a cabo experimentos con cangrejos herradura para estudiar los efectos de la falta de gravedad en el sistema nervioso de los animales. Los resultados de estos experimentos, tal como se explica en al web de la agencia, ayudaron a los científicos a entender mejor cómo pueden adaptarse y funcionar en ambientes de microgravedad el cuerpo humano y otros organismos vivos.
"Lo cogen para medicina, para ser antibiótico. No sé cómo es la cosa, pero es totalmente inofensivo. Aunque lo ven con toda esa garrita, no hace totalmente nada", indica el protagonista del vídeo mientras toca las patas del que tiene en la mano, posiblemente sin saber que sus pinzas, afiladas, pueden causar lesiones si no se manejan con cuidado o si el animal se defiende.