Encuentran los dinosaurios robados hace 5 años en el lugar más inusitado

Encuentran los dinosaurios robados hace 5 años en el lugar más inusitado

El hallazgo, por parte de una asociación benéfica, supuso todo un alivio para su autor, quien creía que no volvería a verlas nunca.

Uno de los dinosaurios encontrados en el bosque de DerbyshireAlison Broady

Un reciente descubrimiento ha sorprendido -y aliviado- a una pequeña localidad inglesa, Buxton. Según las informaciones oficiales recogidas en numerosos medios locales, el hallazgo se ha correspondido con dos grandes esculturas metálicas de dinosaurios, que fueron halladas en un bosque cercano al municipio.

Las dos obras pertenecían al artista Andy Hill, que se las cedió a un vecino de la localidad, Alison Broady, a quien Hill le había cedido ambas esculturas para que las guardara en el jardín de su casa, en Buxton, Derbyshire. Pero el plan no salió como esperaban tras un tiempo en el jardín, en el año 2019 ambas esculturas fueron robadas.

Según informó la esposa de Alison, todo ocurrió cuando la familia se encontraba de vacaciones, por lo que nadie vio lo que ocurrió. Pero las buenas noticias han llegado tras cinco años, cuando miembros de la Asociación Cívica Buxton, organización benéfica dedicada al medioambiente y el patrimonio, las encontró en un bosque de Wye Head Wood tras un lustro.

En un primer momento creyeron que se trataba de un vertido ilegal pero tras comprobarlo, decidieron introducir las dos esculturas metálicas en un camión para custodiarlas y ponerlas bajo seguro en su base de Poole's Cavern.

Al desconocer quién era su propietario, la organización decidió poner en conocimiento de las autoridades de Derbyshire el hallazgo, hasta que Broady se enteró de lo ocurrido. Tras ello, se dirigió directamente a Poole's Cavern, donde preguntó si podía verlos. 

"Lucían casi como nuevos a pesar de haber estado entre la maleza durante cinco años", aseguró. Al enterarse del hallazgo, Hill, el autor de las obras, afirmó sentirse muy aliviado, ya que su principal preocupación era que "alguien las pudiera haber robado para usarlas como chatarra. Ese fue el pensamiento más horrible", confesó.