La ESA se embarca en el próximo reto lunar
Este nuevo objetivo supondría un paso adelante respecto a las misiones lunares.
¿Y si la Luna tuviera su propio huso horario? Esta duda, que asola desde hace tiempo a las diferentes Agencias Espaciales, se presenta ahora como una cuestión que podría suponer un avance a la hora de realizar las futuras exploraciones hacia el satélite terrestre.
Es un hecho que el tiempo en la Luna es diferente al de nuestro planeta y en este asunto, la Agencia Espacial Europa (ESA) pretende arrojar algo de luz de cara al futuro. Para ello, consideran importante que se unifique internacionalmente con el fin de poder coordinar las distintas misiones lunares.
Según comenta Javier Ventura-Traveset, gerente de Actividades Relacionadas con la Navegación de la ESA, esto tendría una importancia capital a la hora de utilizar satélites o una LunaNet que pudiera cubrir los servicios de navegación y comunicación en la Luna.
Como bien especifica la ESA, hasta el momento, cada misión lunar ha ido marcado por una escala de tiempo diferente y consideran que este método no tendrá mucho futuro cuando, en pocos años, se multipliquen las misiones hacia la Luna, ya que sería insostenible actuar de manera descoordinada.
Un sistema similar al de los Smartphones
Por el momento, en palabras de Pietro Giordano, ingeniero de sistemas de navegación de la ESA, "se está trabajando para lograr que el tiempo de referencia lunar sea aceptado a nivel internacional".
Otra de las voces más autorizadas, Wael-El Daly, ingeniero de sistemas de Moonlight, esta idea es bastante acertada, ya que permitiría que los científicos no tuvieran que hacer cálculos para determinar y controlar la ubicación, centrándose así en sus verdaderas tareas.
Como solución para establecer la hora lunar, se estaría trabajando en un sistema similar al de los smartphones, que hacen uso del sistema global de navegación por satélite (GNSS), con lo que lograrían calcular la posición exacta donde se encuentran.
Principales problemas
Pero esto presenta un problema y es que la Luna funciona de manera muy distinta a la Tierra, con variaciones de velocidad y gravedad distintos, algo que sería un hándicap para conseguir el objetivo.
Junto a este, surgen otros problemas como el hecho de que solo una entidad controle la hora lunar o por otro lado, si esta debería funcionar de manera independiente al de la Tierra.
Finalmente, quedaría un último impedimento, que sería el hecho de que los relojes funcionen más rápido en el satélite que en nuestro planeta, aunque las diferencias sean prácticamente imperceptibles: 56 microsegundos o millonésimas de segundo por día, aunque a la larga sí podría suponer un desfase horario relevante.