Descubren una tumba romana y los huesos que contiene se convierten en un enigma para la arqueología

Un descubrimiento arqueológico en la localidad belga de Pommeroeul, en la frontera con Francia, ha dejado estupefactos a los investigadores por lo que han hallado en él, ya que, según explicaron, hallaron en una misma tumba restos humanos de distintas épocas, algo nada habitual.

En un primer momento, los investigadores creyeron que se trataba de un entierro romano pero la realidad les sorprendió al darse cuenta de que en el mismo lugar había huesos humanos pertenecientes a la época del Neolítico tardío así como un cráneo galo-romano que databa de siglos después.

Hay que remontarse al año 1970 para hablar de la primera constancia de la existencia del montículo denominado por los investigadores como 'Montículo 26', en el cual había huesos dispuestos en posición curva, una práctica que se extendió en la época prehistórica, y no tanto en la romana, pero la presencia de una horquilla de estilo romano al lado del cráneo indica que se trata de un entierro romano.

Los estudios revelan que los restos pertenecen al Neolítico

Todo esto ha generado numerosas dudas entre los investigadores, que tras varios estudios de datación con radiocarbono, afirman que los restos encontrados pertenecen a épocas totalmente distintas. Esto ha sido confirmado gracias a un análisis de ADN llevado a cabo por un equipo internacional, que señala que los huesos encontrados pertenecen a, mínimo, cinco personas que vivieron en el lugar en distintas épocas.

Todo esto lleva a numerosas cuestiones y teorías, como por ejemplo, que cabe la posibilidad de que los restos fueran recolectados después del entierro inicial, algo que es sumamente inusual y que puede ratificar la hipótesis de que, en algún momento del período romano, alguien tomó la decisión de "completar" el esqueleto más antiguo con el cráneo de su época.

Como decíamos, todo esto no hace si no acrecentar las dudas y cuestiones acerca de qué pudieron pensar estos humanos para actuar de esta forma (colocar los huesos de forma cuidados en su orden anatómico original), además de abrir un debate en torno a la complejidad de las prácticas funerarias antiguas.

Todo esto evidencia el enorme cuidado, organización, conciencia y conocimiento que estas personas tenían acerca de la anatomía humana, y aunque las evidencias son claras, siguen sin entender cuál pudo ser el motivo para que actuaran de esta forma.

Una de las teorías más compartidas por los expertos señala que el modo de actuación de estas personas de la época romana pudo ir influenciada por supersticiones o necesidad de conectarse con un hombre que vivió en el mismo lugar antes que ellos.