Avistan el tiburón blanco más grande del planeta: "Es como un dinosaurio"

Avistan el tiburón blanco más grande del planeta: "Es como un dinosaurio"

Deep Blue, el tiburón blanco de más de seis metros de longitud que cada dos años sigue sorprendiendo a biólogos y amantes del mar en la isla mexicana de Guadalupe

El increíble avistamiento del tiburón Deep Blue deja a todos boquiabiertosIA

La aparición hace un lustro de Deep Blue, una hembra de tiburón blanco de más de seis metros y casi 2.300 kilos, dejó asombrados a los biólogos. Con más de 50 años, el escualo no solo ha llamado la atención por su tamaño sino también por su edad, superior a la media de edad de su especie, que rara vez alcanza números tan extraordinarios. Para muchos, por sus dimensiones y longevidad, es casi como un "dinosaurio marino".

El enorme tiburón fue avistado en 2019 en aguas del Pacífico, en una zona protegida de la isla de Guadalupe, parada esencial en sus rutas migratorias y clave para la conservación de los tiburones blancos que, además, es uno de los pocos lugares del mundo donde es posible verlos tan de cerca, lo que lo convierte en un sitio de gran interés científico. Para los investigadores, la presencia de Deep Blue en este santuario es una oportunidad única para estudiar en directo a uno de los depredadores más fascinantes de los océanos.

El tiburón blanco, caracterizado por sus dientes triangulares y afilados, así como por una musculatura optimizada para la velocidad y fuerza, es un símbolo de la naturaleza en su forma más impresionante. Además, su habilidad para mantener una temperatura corporal superior a la del agua que le rodea le permite desplazarse por aguas frías, ampliando así su hábitat y rango de caza. 

Su dieta también varía con la edad: las crías cazan peces, mientras que los adultos se decantan por mamíferos marinos, un factor clave para el equilibrio del ecosistema marino. La importancia de Deep Blue radica en la posibilidad de comprender mejor las rutas migratorias, patrones de reproducción y técnicas de caza de estos tiburones. Gracias a etiquetas satelitales, los científicos han podido rastrear sus desplazamientos, que pueden cubrir miles de kilómetros en busca de alimento o áreas para reproducirse.

Para confirmar que se trataba de Deep Blue, los investigadores analizaron cicatrices y marcas en su cuerpo, elementos que, registrados en avistamientos anteriores, han permitido identificarla en cada visita a Guadalupe, adonde suele regresar cada dos años, probablemente en sus épocas de reproducción. 

Los tiburones blancos suelen medir alrededor de 4,5 metros, por lo que al lado de esta colosal hembra parecen pequeños. Su figura recuerda a las míticas criaturas que vivían en la imaginación de los marineros siglos atrás. Cada vez que aparece, Deep Blue reaviva la fascinación tanto de expertos como de quienes sueñan con verla, además de recordarnos la diversidad y fuerza de la vida marina, en su forma más pura, en las profundidades del océano.