¿Podría Rajoy cerrar RTVE?
Con la preocupación de que cunda el ejemplo griego, preguntamos a miembros del Gobierno y diputados de distintos partidos. ¿Es posible que un día dejemos de ver la tele y de escuchar la radio pública también aquí, por exigencias presupuestarias?
A los griegos, ayer les parecía descabellado e imposible el cierre de su televisión pública. Tanto como a nosotros nos resultaría hoy la posibilidad de quedarnos con la pantalla de TVE en negro por un decreto del Gobierno. No se trata solo de que casi 3.000 trabajadores se vayan a la calle. Es un síntoma del peligro que corren las libertades democráticas, como la libertad de expresión. No les basta con el desmantelamiento del Estado del Bienestar, hay que acallar las voces de quienes lo cuentan.
Con la preocupación de que cunda el ejemplo griego, preguntamos a miembros del Gobierno y diputados de distintos partidos. ¿Es posible que un día dejemos de ver la tele y de escuchar la radio pública también aquí, por exigencias presupuestarias? La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, lo tiene claro: "No rotundo. Seguro. Aquí ya se hizo lo de las televisiones autonómicas. Punto". Si insistimos tanto a la vicepresidenta es porque todavía resuenan las palabras de Rajoy la semana pasada, jactándose de que él no había tenido que congelar las pensiones como Zapatero, mientras su Gobierno ultima el recorte más brutal de la historia, que reducirá drásticamente el poder adquisitivo de los jubilados de hoy y de mañana.
El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, no es tan concluyente como Saénz de Santamaría. "No sería posible porque nuestro ordenamiento jurídico lo impide. Se necesitaría más tiempo y una previsión similar a la que se hizo con las autonómicas. Pero creo que no sería fácil". La respuesta del ministro nos deja cierta inquietud. ¿Qué pasa, es que se lo han planteado? "No me pidas opinión sobre esto, que no te la puedo dar. Aunque yo veo imposible que suceda lo mismo que en Grecia", dice Alberto Ruiz Gallardón, ministro de Justicia, como si le estuviésemos exigiendo que se pronunciara sobre un asunto reservado. ¡Glups! Tampoco es para tanto.
Con ese cachondeito soterrado que practica el ministro Arias Cañete, se quita el muerto de encima, porque a estas alturas queda claro que la pregunta es un muerto que tratan de eludir. Advierte mientras se aleja: "Tengo prisa y no llevo ese departamento... Se recuperaría la publicidad". ¿Se refiere al beneficio que podrían obtener las cadenas privadas gracias al trasvase de espectadores? "Lo que ha sucedido con la televisión griega es un ejemplo más de la galopante transferencia de lo público a lo privado que está acabando con el modelo social europeo. El fundido a negro griego muestra la magnitud de la tragedia respecto al desguace del Estado del Bienestar. Algo que ayer nos parecía inverosímil, hoy es realidad. ¿Dónde estaremos en poco tiempo? ¿Qué está pasando con la democracia?", exclama el diputado de ERC, Joan Tardá.
A Uxue Barkos, la diputada de Geroa Bai, la noticia le produce malas vibraciones: "Es uno de los peores avisos de hacia dónde camina la democracia europea. Sólo puedo desear que sea imposible que ocurra lo mismo aquí. Es un terrible síntoma de la enfermedad que padece el sistema". Idéntico deseo de que no suceda en España manifiesta el diputado socialista José Enrique Serrano, aunque no oculta sus temores: "Nosotros lo tenemos regulado por ley, pero cuando lo he leído esta mañana he pensado 'cómo sigan dándoles ideas...'" La portavoz socialista, Soraya Rodríguez, ya se cree cualquier cosa por muy peregrina que parezca. "El presidente del Gobierno ha dicho en múltiples ocasiones, la última en Valencia, que las políticas que impone la UE son las suyas. Hasta ahora ha sido capaz de todo. ¿Quién podría decirnos hace unos meses que el 35% de los alumnos que tienen beca se iban a quedar sin ella? Pues ha sucedido. Como le he dicho a la vicepresidenta en la sesión de control, Grecia ayer se fue a negro; España hoy se va del blanco al negro".