Y Hillary ganó el debate...
Aún queda mucho tiempo para que los estadounidenses escritos a los partidos políticos efectivamente voten por su candidato, pero anoche Hillary brillo con luz propia. Con su experiencia, control de la comunicación, eslóganes y sentido común se hizo con el auditorio.
Estaba todo el mundo pendiente del primer debate demócrata en televisión. Desde las primarias presidenciales del 2008 en las que Clinton se midió -y perdió- frente a Barack Obama, la ex primera dama, exsenadora por Nueva York y ex secretaria de Estado no se medía en un debate televisivo.
Primarias otra vez. Candidata a la nominación por el partido demócrata, y clara vencedora en el primer debate televisivo de los aspirantes demócratas a las presidenciales de noviembre de 2016.
Había nervios en la campaña de Clinton, porque el ascenso de Sanders en los últimos meses no dejaba de sorprender. Bernie Sanders, 74 años y autoproclamado socialista parecía una broma cuando presento su nominación. "Demasiado extremista para Estados Unidos", se aseguraba entre los mas progresistas de la Costa Este, en donde definirse como "socialista" sigue siendo poco menos que un pecado capital. Sanders es un desconocido para el gran publico estadounidense, aunque no en política. Es el senador mas longevo de Estados Unidos, elegido por el estado de Vermont desde 2007. Lleva en política desde los años 70's, habiendo sido alcalde y congresista desde 1990 al 2007. Siempre en el ala izquierdista del partido demócrata.
Y Sanders poco a poco subía en las encuestas de intención de voto entre los demócratas, hasta llegar a superar a la propia Hillary en Massachussets y Ohio y, en cuestión de dinero, recaudando prácticamente lo mismo en los primeros meses de precampana. Las primeras primarias no se celebraran hasta febrero del 2016.
El espectáculo (televisivo) estaba servido. Y CNN no defraudó. En realidad, no podía hacerlo. Desde el primer debate republicano en la FOX, había quedado meridianamente claro que las televisiones amigas tenían que ser enemigas con los suyos para mantener la tensión y la audiencia. Dicho y hecho, Anderson Cooper parecía un presentador de la FOX disparando a la yugular de los aspirantes, como hiciera Megan Kelly hace unos meses contra los republicanos.
Acusaciones de cambio de posición sobre cuestiones muy relevantes contra Hillary Clinton, la posición sobre el capitalismo de Sanders, el uso de armas en Estados Unidos, la política exterior, qué hacer con los ricos, cómo organizar la sanidad, la educación, los impuestos... Y al final, la experiencia, la sonrisa, y el saber, sobre todo el saber de Hillary, la consolidó como ganadora del debate en las Vegas, corazón del capitalismo del juego de Estados Unidos y mundial.
Hillary, que tuvo, retuvo. Y anoche lo demostró una vez más, mientras su marido Bill seguía el debate desde una habitación del hotel Wymn. La aspirante fue mucho mas consistente en materia de política exterior, de reformas, de definición de la economía: "No somos Dinamarca", dijo, "Somos Estados Unidos de America. No queremos ser Dinamarca", en defensa de la economía de mercado abierta y competitiva. "Hay que bajar los impuestos a la clase media, y los subiremos a los más ricos. La redistribución de la renta vuelva a ser nuestra asignatura pendiente, pero no se puede cuestionar el capitalismo, un sistema que nos ha hecho la primera potencia del mundo" sentenció.
El auditorio rompió en aplausos, como rompió cuando hablo de la igualdad de genero, del empoderamiento de las mujeres, del control efectivo de las armas en Estados Unidos -sin prohibirlas- y de la necesidad de unir un país polarizado en dos extremos como nunca antes.
Pero el momento clave fue cuando Hillary recibió el apoyo de Sanders, con el que es a todas luces uno de los talones de Aquiles de la ex primera dama: los mails. "A la opinión publica no le interesan los mails de Hillary", afirmó Sanders. "Ya está bien de los mails, y vamos a hablar de cosas serias". Choque de mano entre los aspirantes, el auditorio se vino abajo. Hillary literalmente respondió que no quería hablar mas del tema.
La mujer mas poderosa de Estados Unidos había ganado el primer round con claridad. Lo de menos ya era el debate. Si Hillary para los suyos no tiene problemas, no los tendrá para la nominación.
Aún queda mucho tiempo para que los estadounidenses adscritos a los partidos políticos efectivamente voten por su candidato, pero anoche Hillary brillo con luz propia. Con su experiencia, control de la comunicación, eslóganes y sentido común se hizo con el auditorio. "Soy moderadamente progresista. De esas progresistas que prometen solo aquello que pueden hacer", dijo.