EEUU y Canadá, unidos por una empresa española
La interconexión eléctrica entre Canadá y EEUU realizada por Iberdrola, para la que trabajaron unas 3.500 personas es la mayor obra de este tipo en la Costa del Noreste de Estados Unidos.
Foto: EFE
Estados Unidos y Canadá acaban de inaugurar la primera interconexión eléctrica llevada íntegramente a cabo por la multinacional española Iberdrola. Un proyecto de ocho años, ochocientos kilómetros de tendido eléctrico para conectar ambos países y una inversión de 1.400 millones de dólares. El exceso de energía producida en Canadá llega a la zona noreste de Estados Unidos en donde la filial estadounidense de la multinacional española es generadora y distribuidora en Massachusetts, New Hampshire, Maine y Connecticut.
La interconexión eléctrica para la que trabajaron unas 3.500 personas (850 personas cada día durante la construcción del tendido) y 300 compañías distintas -que hicieron las labores de apoyo, logística y subcontratación-, es la mayor obra de este tipo en la Costa del Noreste de Estados Unidos y ha permitido no solo que la luz sea mucho más barata, sino que los parques eólicos de Avangrid -la filial de energía renovables de Iberdrola en Estados Unidos- sea suministradora a la red, con lo que se han conseguido dos objetivos en uno: interconexión eléctrica entre países y apuesta por las energías renovables.
La era Obama se ha caracterizado por la apuesta comprometida por las energías verdes. El cambio climático como una de sus principales preocupaciones y la autosuficiencia en materia energética han sido determinantes en el Plan Energético 2020, por el cual Estados Unidos será, energéticamente hablando, autónomo. La tecnología española está siendo protagonista de esta transformación gracias a su apuesta por las inversiones en la primera potencia del mundo.
La electricidad es uno de esos bienes básicos a los que estamos tan acostumbrados que, solo cuando falta, nos damos cuenta de lo que significa. La luz es, además, en comparación con Europa y, sobre todo, España, mucho mas barata. Varias son las razones: un tendido eléctrico obsoleto pero que permite reparaciones rápidas porque está en la superficie y no enterrado, como el nuestro; y la apuesta por los postes de madera, mucho más económicos que las torres de acero que tenemos en el Viejo Continente. A todo ello hay que sumar la colaboración en materia energética entre estados y también entre países.
España lleva tres décadas intentando que se lleve a cabo la interconexión eléctrica completa con Francia. Una decisión política que no termina de cuajar básicamente por los problemas que pone Francia -falta de voluntad política- y los denominados medioambientales. El pasado mes de octubre, comenzó a funcionar el primer tramo de 64,5 kilómetros construido desde Perpiñán hasta Santa Llogaia, cerca de Figueras. Todo un hito para ambos países, que cuentan ahora con una capacidad de 2.000 megavatios. La inversión del proyecto fue de 700 millones de euros. En proceso están otras dos interconexiones que ya tienen el visto bueno de la Unión Europea, el proyecto Aragón-Atlantic Pyrenees y el proyecto Navarra-Landes, ambos promovidos por los operadores de los sistemas eléctricos, Red Eléctrica y la francesa RTE. El proyecto de Aragón-Atlantic Pyrenees consta de una nueva línea de interconexión entre Marsillon (Francia) y la provincia de Huesca. Además, conlleva la construcción de una nueva línea de 400 kV entre las localidades aragonesas de Sabiñánigo y Cinco Villas. Es proyecto tendrá una capacidad de interconexión entre 1.500 MW y 2.000 MW, y está previsto que entre en funcionamiento en 2023. Estos tres proyectos unidos a la interconexión con Portugal implican que España alcanzará el objetivo que se marcó la Unión Energética de que todos los países tienen que tener una capacidad mínima del 10% de interconexión respecto a la capacidad instalada en su sistema, según se informaba hace unos meses.
España es una isla en materia energética, importamos aproximadamente el 80% de energía que consumimos. Esto, unido a la alta fiscalidad -vía electricidad se financia parte del gasto del Estado- provoca los altos precios que pagamos en la factura de la luz. Las interconexiones permiten comprar y vender la energía excedente a precios más competitivos y, sobre todo, garantizan el servicio de la luz. Proyectos mucho más caros que en Estados Unidos, porque la interconexión es subterránea.
En la interconexión entre Canadá y Estados Unidos, en donde la electricidad se va cada vez que sopla el viento o cae una nevada, a clave del proyecto para no tener problemas medioambientales ha estado en la utilización básicamente de terreno propio de la compañía eléctrica, lo que no ha supuesto la tala masiva de árboles, al tiempo que se han repoblado forestalmente aquellas partes que necesitaron de una obra más complicada. En los ochocientos kilómetros de nuevo tendido se han utilizado desde railes de madera para transportar las torres eléctricas hasta helicópteros para montar las de alta tensión, desde los que colgaban los montadores. Tanto los gobiernos locales de Nueva Inglaterra como el canadiense tardaron cuatro años en dar los permisos para completar la infraestructura, teniendo en cuenta todas las restricciones medioambientales y el respeto a la orografía de la zona. Conclusión, si se quiere, se puede.
Galán siempre vio una oportunidad de inversión en Estados Unidos. Y, desde el año pasado, su filial Avangrid, con sede en New Haven (Connecticut) y presencia en 25 estados cuenta con más de 30.000 millones de dólares en activos, mas de 3,1 millones de suministros y una potencia instalada de 6.500MW. La compañía, que se estrenó en bolsa en diciembre pasado, tiene una capitalización bursátil de unos 12.000 millones de dólares. Galán, presidente de la multinacional, anunció en febrero que la filial estadounidense había ganado un 23% más que en el mismo periodo del año 2015. Tras la fusión con la eléctrica UIL Holdings (en tiempo récord), la compañía alcanzaba los 212 millones de dólares de beneficio proforma. Hasta el año 2020, Avangrid invertirá en EEUU 9.600 millones de dólares, con la instalación de más de 750 megawatios adicionales en energía eólica.
Energía eólica, energía fotovoltaica e interconexiones eléctricas para modernizar la generación y el suministro de electricidad en un país en el que los estados regulan el precio de la electricidad, por lo que -en el caso, por ejemplo, de la eólica- el precio es fijo durante la vida del contrato, normalmente entre 20 y 25 años.