2015: ¿el año de las hipotecas baratas?
Sin demasiados matices, podemos afirmar que el año 2015 es el año de las hipotecas baratas, para los clientes solventes y con capacidad de ahorro. El crédito hipotecario no será tan accesible como durante la burbuja inmobiliaria, pero sí que hay perspectivas de que sea menos caro y al alcance de más familias.
Desde el inicio de la crisis financiera, con el pistoletazo de salida del estallido de las hipotecas subprime en el verano de 2007 y el pánico en septiembre de 2008 tras la quiebra del banco de inversión americano Lehman Brothers, los costes para el consumidor de los préstamos hipotecarios no han parado de crecer.
Sin embargo, ya a finales del año pasado, el mercado hipotecario empezó a dar síntomas de un abaratamiento del crédito con garantía real para comprar una vivienda habitual. Este punto de inflexión se consolida y potencia con la entrada del nuevo año.
En relación a las hipotecas a tipo variable, que monopolizan el mercado frente a la tímida oferta de financiación a coste fijo, los diferenciales siguen y seguirán lejos de los valores de tiempos de euforia, que llegaron a su cénit con la extinta Hipoteca Rompedora de Deutsche Bank a Euríbor más 0,17%. Pese a ello, empezamos a ver en el mercado condiciones atractivas, si bien con vinculaciones importantes por parte del cliente. La competencia para 2015 probablemente se marque en el diferencial de una unidad por encima del Euríbor, frontera que ha establecido la entidad financiera Kutxabank. Para conseguir estas condiciones, sin embargo, exigen numerosos requisitos que empeoran el coste final efectivo, como gastar con sus tarjetas un mínimo de 4.800 euros anuales, ahorrar al menos 2.000 euros anuales en planes de pensiones de la entidad o contratar los seguros de vida e incendios con la aseguradora de la casa.
Además, los clientes que quieren optar a las mejores hipotecas han de tener un perfil económico solvente, en ocasiones con un mínimo de nómina determinado para que el banco estudie la operación. En cuanto a los ahorros, lo habitual es que nos exijan aportar los gastos de la compra-venta e hipoteca, además de un 20% del precio de compra en muchos casos.
Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI) ofrece en estos momentos una hipoteca especial y a tener en cuenta, con un tipo de fijo a 10 años, que pasa a un variable de hasta un Euríbor + 1,49%. Si este tipo variable será o no competitivo dentro de una década es algo que no podemos saber, hay que admitirlo. Lo fundamental es que el tipo fijo pactado durante 10 años sea competitivo y, además, que tengamos ahorros importantes, ya que la entidad de crédito solo financia el 75% del precio de compraventa.
El banco online de BBVA, uno-e, ofrece una competitiva hipoteca a Euríbor + 1,50%, barrera que previsiblemente van a intentar batir los bancos, antes de enfrentarse al diferencial de una unidad ofrecido por Kutxabank. Las hipotecas online tienen mucho recorrido de mejora, ya que parten de una situación de no competencia de hace tiempo, frente a las de los bancos tradicionales. Tienen una ventaja importante, que es su transparencia en cuanto a clausulado (por ejemplo, no suelen tener cláusulas de suelo), además de exigir vinculaciones menos costosas que otros bancos. En este sentido, destaca la Hipoteca Naranja de ING, que además de ofrecer un Euríbor + 1,69%, financia hasta el 80% del valor de tasación sin la frecuente doble limitación del valor de compraventa. En otras palabras, si la tasación es elevada respecto a lo que nos cuesta la casa, podríamos obtener una hipoteca 100% más gastos a un tipo más que interesante.
La Hipoteca Ahora de Liberbank a 30 años ha visto reducir su diferencial del 1,74% al 1,50% sobre el Euríbor, lo que la convierte en préstamo hipotecario a 30 años a tener muy en cuenta, si tenemos ahorros. Por debajo de estas condiciones, los bancos ofrecen diferenciales entre el 1,60 y el 2%, mucho más baratos que hace un año.
Sin demasiados matices, podemos afirmar que el año 2015 es el año de las hipotecas baratas, para los clientes solventes y con capacidad de ahorro. El crédito hipotecario no será tan accesible como durante la burbuja inmobiliaria, pero sí que hay perspectivas de que sea menos caro y al alcance de más familias.