El peligro de las fotos de los adolescentes en las redes sociales
Muchas adolescentes han cogido la costumbre de hacerse fotos con miradas, boca y gestos insinuantes, provocativos y cargados de contenido erótico y sexual. Los peligros asociados son muchos y la escala de valores con la que se están educando no les ayuda a convertirse en personas de bien.
Se ha puesto de moda subir fotos a las redes sociales. Lo hacen tanto los adultos como los adolescentes. ¿Por qué? Toda la vida nos ha gustado compartir con nuestros amigos y allegados los viajes, la evolución de nuestros hijos o historias divertidas. A muchas personas, y sobre todo a los adolescentes, les atrae hacerse fotos en las que salgan guapos. La fotografía es una actividad atractiva, divertida y creativa. A todos alguna vez nos ha gustado hacer fotos, buscar el rincón con encanto o ser fotografiado. El momento de compartir las fotos en casa y las anécdotas que rodea la fotografía, puede ser motivo de diversión y animación social.
Pero, el cómo se comparte y dónde se comparte hoy en día las imágenes, puede traer más problemas que ratos de risas. Las fotos llegan a cientos de miles de personas, millones de personas, no solo a los que tú has elegido como amigos sino a todos los que tus amigos retuitean o recomiendan. En redes sociales como Instagram o Twitter, cualquier persona tiene acceso a lo que cuelgas: tus amigos, los enemigos, pederastas, etc. Nunca podrás saber quién ve tus fotos, ni cuáles son sus intenciones cuando te ve, ni las consecuencias.
Una imagen inofensiva de un grupo de amigos jugando al fútbol o charlando puede ser poco incitadora. Pero muchas adolescentes han cogido la costumbre de hacerse fotos con miradas, boca y gestos insinuantes, provocativos y cargados de contenido erótico y sexual. Muchas de estas jóvenes tienen una edad temprana de 12 o 13 años. Las imágenes no solo transmiten sensualidad, sino que muchas de ellas están fotografiadas en bikini, ropa interior, con la barriguita al aire o incluso completamente desnudas.
Los peligros asociados a este tipo de conductas son muchos y la escala de valores con la que se están educando los adolescentes no les ayuda en nada a convertirse en personas de bien, formadas y de las que alcanzan el éxito a través de su esfuerzo y formación.
Una de las metas que buscan los adolescentes es la popularidad. Las fotos van acompañadas de los famosos ME GUSTA, a los que los compañeros tienen que hacer un clic. Cuantos más ME GUSTA reciba una chica o un chico, mayor es su popularidad. Con tal de ganar popularidad, la chica trata de responder a lo que cree que es deseable entre la juventud: exaltar sus rasgos femeninos y físicos como forma de llamar la atención. Así que cuanta más cara pone de deseo, más muestra su figura y más se encrespa la melena, intuye ella que más enganchará a sus amigos y compañeros. Y como todo en internet puede llegar a tener un efecto viral, unos amigos lo recomiendan a otros.
También buscan seguridad y confianza. La chica trata de sentirse segura a través de las recomendaciones, los ME GUSTA y los comentarios que hacen sus amigos. Su físico es la manera de llamar la atención, con lo que se refuerza la idea de que "lo bello y atractivo es bueno". De esta manera su confianza no está en base a valores como la bondad, amistad, simpatía, compromiso, amistad, sino en cuánto soy valorada gracias a mi físico. Estas conductas no solo son superficiales y educan en valores vacíos, sino que además separan a las que por naturaleza han sido favorecidas de las que lo son menos. Y se transmiten entre ellas que para tener éxito en la vida tienes que provocar, ser mona, y mostrarte sugerente, lo que dista mucho de tener éxito a través de la perseverancia, el esfuerzo y el trabajo.
Por otro lado, este tipo de fotos nos llevan a mantener los prejuicios machistas y sexistas que llevamos intentando erradicar con mucho esfuerzo desde hace años. Las adolescentes se muestran en las redes como objetos sexuales, con contenido erótico, anticipando que ésta es la imagen que el chico valora de ellas. Copian los gestos y posturas de las fotos de las modelos, porque interpretan que eso es lo deseable. Asocian atractivo con deseo y sexo, con lo que también corren el riesgo de anticipar su introducción a la sexualidad. Las fotos pueden llevar al equívoco de quien las ve, y sacar interpretaciones y hacer comentarios sexistas como "mira qué tetas tiene" y muchos otros comentarios en este tono.
¿Qué debemos hacer los padres, maestros y personas de influencia en los jóvenes?
- Educar en valores, con paciencia, hablando mucho con ellos, razonando, transmitiéndoles dónde reside el valor de las personas.
- Reforzar mucho otro tipo de conductas, como su esfuerzo con los deberes, la calidad en las relaciones de amistad, ser benevolentes, que se comporten y obedezcan. Hay que decirles que eso es lo que esperamos de ellos, no que estén guapos y atractivos.
- Controlar y poner límites. Igual que ponemos horarios de llegada, prohibimos el alcohol a los menores de edad o les pedimos que se esfuercen y cumplan con sus obligaciones, también tenemos que poner límites y controlar las imágenes que suben. Si tus hijos son adolescentes, pacta con ellos el que te muestren las fotos antes de subirlas a la red. Y si no acceden, diles que controlarás el material por otros medios. No se trata de violar su intimidad, se trata de proteger a nuestros hijos ante los que se esconden buscando pornografía infantil y juvenil, y educar en valores. Ellos igual no lo entienden. No te preocupes, haz lo que tengas que hacer.
- Pídeles que pregunten y pidan permiso a sus amigos antes de subir una foto de ellos. Igual a alguno de sus amigos no le hace gracia estar colgado en el ciberespacio. Tienen que aprender a salvaguardar la intimidad de los que no desean participar.
Y recuerda que este tipo de conductas y fotografías es una forma de exhibicionismo, con lo que estamos atrayendo a personas que pueden ejercer el ciberbullying. Ayudemos entre todos a proteger a los niños y adolescentes.