El noble arte de hacer el imbécil (2ª parte)
Cuando todo parecía perdido apareció en mi vida Don Marcos Hervera. El mesías lucense, en pleno ataque de falsa euforia, soltó la típica frase que empieza con el temido: "A que no hay güevos de...", seguida de: "...irse a la India a rodar un programa piloto de viajes".
Como te iba diciendo... Si volver al curro después del puente de la Constitución es ya de por sí una experiencia traumática, imagínate el pantagruélico-mega-hiper-sónico bajón que te puede pegar después de 9 meses haciendo el mandril en chanclas por el sudeste asiático. Vamos, que estábamos más perdidos que Jordi Hurtado en Jersey Shore.
Por si fuera poca la cosa, la España de finales de 2009 a la que regresamos era poco menos que Mordor. Caras tristes y la palabra crisis presente en cada conversación, en cada chiste y en cada declaración de amor que se tildara de moderna.
Pasaron varios meses y el panorama patrio no hacía más que empeorar. Un día incluso me pareció escuchar a un pájaro silbando una balada de los Scorpions. Y cuando todo parecía perdido y me debatía entre cortarme las venas o dejármelas largas, apareció en mi vida Don Marcos Hervera, el realizador blanco de habla hispana con mejor pelo al norte de Lugo. El mesías lucense, en pleno ataque de falsa euforia, soltó la típica frase que empieza con el temido: "A que no hay güevos de...", seguida de: "...irse a la India a rodar un programa piloto de viajes".
A la mañana siguiente, antes de que se me pasase del todo el pedo, llamé a Pedro para contarle nuestro disparatado plan. Pedro, un tipo empírico y sensato que por aquel entonces estaba ocupado a jornada completa tocándose todo el bajo vientre por debajo del chándal, no tardó en dar el "sí, quiero" (más por enredar y no perderse la aventura que confiando en el éxito de nuestra churrigueresca empresa). Y así es como tres jóvenes emprendedores comienzan su andadura hacia la fama.
Cuando un mes más tarde aterrizamos en la India nos dimos cuenta de un pequeño detalle: no teníamos ni idea de lo que íbamos a grabar allí. No teníamos guiones, ni entrevistas pactadas, ni guía, ni españoles por el mundo para enseñarnos lo mucho que mola ser pijo. Así pues, no nos quedó otra que abrazar una vez más el noble arte de hacer el imbécil. Y con la certeza de que no teníamos nada que perder salvo nuestra dignidad, decidimos tirar "palante" con nuestro no plan.
Volvimos a España con más de 20 horas de grabación y menos de 20 euros en la cartera. 14pies, la primera productora ONG de España, nos cedió una de sus salas de montaje en la que estuvimos encerrados casi un año dando forma a todo aquel desmadre. Cuando estuvo todo listo recorrimos las productoras y televisiones más chupis del país enseñando nuestro trabajo:
La respuesta de la profesión fue unánime: "Muy bonito chavales, pero si no sale un famoso haced el favor de cerrar la puerta por fuera". Así que rápidamente apuntamos a Pedro al casting de "Granjero busca esposa" pero no me preguntes por qué, no lo pillaron.
La verdad que la situación era bastante frustrante. Toda la gente "de a pie" a la que le enseñábamos nuestros vídeos se partía el culo, pero sin embargo los profesionales de la comunicación de masas nos decían que aquello no le interesaba a nadie. Y convencidos de que los tele-videntes de las audiencias y las tendencias no tenían ni idea de lo que decían, lanzamos Sabaticos.com.
Semana tras semana, las visitas a nuestra web aumentaban, pero muy lentamente. Hasta que un día un tal Moncho nos mandó un mail diciéndonos que había colgado en Meneame.net uno de nuestros vídeos:
No teníamos ni idea de qué demonios era eso de menéame, pero dimos por hecho que con aquel nombre se trataría de una lúgubre-festiva página web frecuentaban por media docena de Trekkies pervertidos. ¡Pero nada más lejos de la realidad señora! En menos de 24h teníamos más de 10.000 visitas, salimos en LaSexta Noticias y nos fichó El Intermedio... Pero eso te lo contaré otro día.
Nuestra web: www.sabaticos.com y Facebook: http://www.facebook.com/Sabaticos