El Starmus Festival 'aterriza' con Jane Goodall a bordo
Volverá a ser irrepetible y que reunirá a artistas del nivel de Brian May y premios Nobel como Michel Mayor o Kip Thorne.
Van ya siete ediciones del cada vez más prestigioso festival Starmus y en cada una de ellas sus organizadores han logrado ‘captar’ para su causa a personalidades del mundo de la ciencia y de cultura que funcionan como auténticos imanes. Tras llevarnos de viaje, desde 2011, hasta más allá del horizonte, a buscar vida por el Cosmos, a la Luna y hasta Marte, en la próxima séptima edición, que se celebrará dentro de un año en Eslovaquia, nos dejará en la Tierra. El tema central será “El futuro de nuestro planeta”, un futuro que tiene mucho que ver con lo que una sola especie está haciendo y hará en adelante.
Con este eslogan, el Starmus Earth Festival no podía tener mejor madrina que la primatóloga británica Jane Goodall, que ya ha anunciado que estará en Bratislava (Eslovaquia) entre el 12 y el 17 de mayo del 2024 para participar en una convocatoria que volverá a ser irrepetible y que reunirá a artistas del nivel de Brian May, premios Nobel como Michel Mayor o Kip Thorne, astronautas que han visto nuestro astro desde afuera y investigadores punteros a nivel mundial, tanto de los impactos que el ser humano está generando, afectando a algo tan complejo como es la vida, como posibles soluciones para ponerlos freno.
La personalidad de Goodall, que ya recibió la medalla Stephen Hawking de divulgación de la ciencia, durante el Starmus de Armenia de 2022, ha sido un acicate para que tanto el astrónomo y director del Starmus, Garik Israelian, como el músico Brian May y otros miembros del patronato (el listado es impresionante), se decidieran este año por un tema que ha estado, de un modo u otro, presente en otros ediciones: hacia dónde dirigimos, metafóricamente, la nave ‘Tierra’. Ahora será con grandes especialistas en los temas que nos preocupan: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, las tecnologías que buscan soluciones y los retos para una humanidad a la que le cuesta “mirar arriba” y hacer caso a la ciencia, como señala la película Don’t look up, de Adam Mckay.
“El cambio climático podría eventualmente hacer insostenible la vida en la Tierra, y estamos viendo señales de que hay ahora una rápida evolución. Debemos tomar medidas para cuidar nuestro mundo y Starmus Earth nos ofrece una voz importante para llamar la atención sobre la urgencia”, señaló Goodall en la rueda de prensa celebrada en Londres, en la que también estuvo el famoso astrónomo británico, Lord Martin Rees. Y para dejar claro que el tiempo corre y se nos está acabando, el cartel del festival nos muestra un reloj sobre nuestro planeta en el que están a punto de dar las 12 horas, un diseño del artista que es May.
Antes de este futuro Starmus Festival en Eslovaquia, si las autoridades canarias se deciden, podría haber otro festival, de menor duración, en la isla de La Palma, en Canarias. En este caso, estaría dedicado a la contaminación espacial debido a los satélites artificiales y cómo afecta a quienes se dedican a la Astronomía y se organizaría en colaboración con la Fundación Starlight para la defensa del cielo.
El dinero disponible para ello ya existe gracias a una financiación europea que podría perderse si en dos semanas no se le da vía libre en el Gobierno del archipiélago. “Sería una pena que por un problema burocrático hubiera que devolver a la UE millones de euros que ya están adjudicados, confiemos en que sea posible un Starmus en La Palma porque dejaría recursos en una isla que los necesita mucho tras la erupción del volcán”, señala Israelian. Fue precisamente en Canarias donde Israelian ideó y fundó el Starmus Festival hace ya 12 años, con el objetivo de aunar ciencia, música y, en general, cultura para atraer a la gente joven.
En estas siete ediciones, en general bianuales, se ha logrado implicar a grandes de la historia de la humanidad, algunas ya desaparecidas, como fueron el astronauta Neil Armstrong, el cosmonauta ruso Alexei Leonov o el propio Stephen Hawking, que se implicó en la organización y hoy da nombre a la medalla con la que se premia cada edición a los mejores en divulgación científica, entre los que ya han estado el americano Neil DeGrasse, Brian Eno, Buzz Aldrin, el productor Hans Zimmer o la serie The big bang theory.
Entre los ya confirmados para la edición de Bratislava están, además de la famosa primatóloga, la oceanógrafa Sylvia Earle; Pietro Barabaschi (director general del proyecto ITER), la geofísica Macia McNut (directora de la Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos), la climatóloga británica Johanna Haigh (que fue codirectora del Instituto Grantham para el Cambio Climático y el Medio Ambiente en el Imperial College de Londres), Damien Barcelo (director del Instituto Catalán para la Investigación del Agua), Josef Aschbacher (director general de la Agencia Espacial Europea) o el astronauta del Apollo Chales Duke, entre otros. En total, más de 40 conferencias que se completarán con actividades en colegios e institutos del país centroeuropeo y con un programa musical aún por concretar, en el que no faltará el guitarrista de Queen.
Israelian recuerda que los seres vivos de este planeta “somos una parte privilegiada del Cosmos y estamos hechos de materia estelar” y que “los mismos átomos en nuestros cuerpos fueron forjados en los primeros días del Universo o en la muerte de estrellas de baja y alta masa”. Entre lo que ya está impactando a esa vida terrestre, que hay que tener en cuenta en el futuro planetario, está el cambio climático, que estará muy presente, pero también tecnología como la inteligencia artificial, la ingeniería genética o la ciberseguridad.
Brian May, que también cofundador del Starmus Festival, señalaba en Londres: “Al reunir a muchos de los más grandes cerebros de pensadores de todos los países, intentaremos encontrar nuevas respuestas a las preguntas que debemos contestar para salvar la vida en el planeta Tierra”.
Starmus Festival se anuncia como una gran oportunidad para encontrarse y compartir días en busca de respuestas, a la vez que se conoce una ciudad medieval a orillas del Danubio en plena primavera. Si el Gobierno canario es capaz de dar desde ya prioridad a los trámites para que haya una edición en España antes de que finalice este año, y no perder así un dinero ya adjudicado desde Europa, sería una gran noticia. En el pasado ya vimos cómo se dejaron ‘escapar’ un festival que nació con vocación de quedarse en Canarias y ahora se disputan otros lugares. Y fue una pena.