Sabor izquierda

Sabor izquierda

El gobierno de coalición progresista es en realidad un gobierno de coalición sabor progresismo. El Ministerio de Igualdad es sabor feminismo.

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la reunión de la Ejecutivo Federal celebrada este lunes en Ferraz.EFE/Borja Sánchez-Trillo

El PSOE es un partido “sabor izquierda”. Paseo por la sección de lácteos de mi supermercado favorito y cojo un pack de yogures “sabor coco”. En el envase aparece dibujado un coco. No, perdón, dos cocos. La palabra “coco” es tan grande como la propia marca de los yogures, y está dibujada con una textura que recuerda a la cáscara de los cocos. Por curiosidad, saco las gafas y busco en la etiqueta los ingredientes: leche fresca semidesnatada pasteurizada (92,9%), azúcar, leche en polvo desnatada, fermentos lácticos y aromas. Un momento… ¿y el coco? ¿Se puede hacer un yogur de coco sin coco? Sí, siempre y cuando consideremos “de coco” a un yogur “sabor coco”. Al fin y al cabo, todo el mundo piensa “voy a tomar un yogur de coco” cuando abre el frigorífico y ve en la puerta un yogur sabor coco.

Lo más cerca de una naranja que están muchos refrescos de naranja es la distancia que media entre la frutería y la sección de refrescos en el supermercado. Cojan un chicle sabor fresa. El papel que lo envuelve es rojo y tiene fresas dibujadas. El chicle es de un color rosa intenso, y si lo masticas sientes que el sabor recuerda al de las fresas. Pero el chicle no contiene potasio, ni manganeso, ni antocianinas. No tiene propiedades antiinflamatorias ni reducirá los niveles de colesterol. Pueden pasarse las veinticuatro horas del día masticando chicles de fresa como unos posesos y no conseguirán ingerir ni un nanogramo de vitamina C. Yogures, refrescos y chicles contienen aromas. Amazon vende una caja muy cuqui con frasquitos de treinta aromas diferentes por 19,99 euros.

Paseo por la sección de política de mi supermercado favorito y cojo un pack del PSOE. El envase es rojo, y en la parte de adelante se pueden ver las siglas del partido, un corazón, un puño con la rosa, y una foto de Pedro Sánchez sonriente. Bajo las letras “PSOE” se lee en letras gigantes “IZQUIERDA”, y sería fácil no fijarse en que, entre ambas palabras y muchísimo más pequeño, se lee “sabor”. Vuelvo a sacar las gafas, pero el cuerpo de la tipografía es tan mínimo que ni con ellas puedo leer la Información Nutricional. En los ingredientes todo lo que encuentro son aromas a izquierda. No pesa nada. Lo acerco a la oreja y lo agito. No suena nada en su interior. Juraría que sólo tiene humo. “Un voto cada cuatro años mantiene alejado al fascismo un 99,99%”.

El gobierno de coalición progresista es en realidad un gobierno de coalición sabor progresismo. El Ministerio de Igualdad es sabor feminismo. El peinado de Félix Bolaños encabeza un Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes sabor constitucionalismo. Pero su acción ministerial es anticonstitucional, la ministra Ana Redondo defiende explícitamente leyes que perjudican a las mujeres, y el gobierno en su conjunto apoya aumentar las diferencias entre españoles y pacta con las derechas etnicistas. Incluso las banderas de España, que muy ocasionalmente se ven en los mítines sanchistas, están hechas de sugus. De sugus sabor fresa y de sugus sabor piña —no, perdón, sabor limón, que, como todo el mundo sabe y jamás nadie entendió, el sugus sabor piña es azul—.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Licenciado en Filosofía y doctor en Psicología. Es profesor titular de Psicología Clínica de la Universidad de Oviedo desde antes de que nacieran sus alumnos actuales, lo que le causa mucho desasosiego. Durante las últimas décadas ha publicado varias docenas de artículos científicos en revistas nacionales e internacionales sobre psicología, siendo sus temas más trabajados la conformación del yo en la ciudad actual y la dinámica de las emociones desde una perspectiva contextualista. Bajo la firma de Antonio Rico, ha publicado varios miles de columnas de crítica sobre televisión, cine, música y cosas así en los periódicos del grupo Prensa Ibérica, en publicaciones de 'El Terrat' y en la revista 'Mongolia'.