¿Quién desracializará a Lamine Yamal?

¿Quién desracializará a Lamine Yamal?

Conozco lo suficiente el español como para saber que llamar "racializado" a nuestro genial delantero es como llamar "viejizado" a Joe Biden.

El jugador de fútbol Lamine Yamal durante la semifinal de España contra Francia de la Eurocopa.Jonathan Moscrop/Getty Images

En serio, lo juro, si vuelvo a oír o leer que Lamine Yamal está racializado me quemo a lo bonzo en defensa del uso correcto de los participios pasivos. El terminajo de marras proviene, ¿cómo no?, de una traducción hecha con las nalgas del inglés "racialize", que viene a ser algo así como "analizar algo desde sus aspectos raciales". No conozco lo suficiente el inglés como para juzgar si el término original es fiel al espíritu de esa lengua, pero sí conozco lo suficiente el español como para saber que llamar "racializado" a nuestro genial delantero es como llamar "viejizado" a Joe Biden. Analizar los actos de una persona en función de su comunidad autónoma de procedencia no es autonomizarla. No hay personas obesizadas, clasealtizadas ni homosexualizadas.

Leo la prensa y estoy en las redes como cualquiera. No he visto un sólo análisis del juego de Yamal desde los aspectos raciales del futbolista. "La raza marroquí tiene un tobillo especialmente flexible, que es lo que le permitió marcar el gol ante Francia". Ni nada que se le parezca. En todo caso, cualquier valoración de Lamine que tenga en cuenta su raza en cualquier sentido, debería usarse para calificar las escasas luces del valorador y no para adjetivar al valorado. (Extraña ocurrencia que se me ha venido a la cabeza por alguna asociación de ideas refleja: ¿y si estableciéramos un protocolo de solidaridad interterritorial mediante el cual los cargos de Vox se repartieran igualitariamente entre todas las CCAA? Perdón, se me fue el santo al cielo. Retomo el hilo).

Afortunadamente, en la Eurocopa no se enfrentan lenguas —Flamencófonos vs Lusófonos, día 3 a las 16h—, tampoco se enfrentan estilos de vida —los Anglosajones se enfrentarán al ganador del Latinos vs Nórdicos—, religiones —Ortodoxos 0 - Protestantes 1, gol de Toni Kroos—, ni grupos del Parlamento Europeo. En la Eurocopa se enfrentan esas geniales realidades políticas que son los Estados, entramados jurídico-administrativos que desde la Edad Moderna empiezan a pasar olímpicamente de lenguas, religiones o culturas. Mucho menos se enfrentan razas o etnias. Dado que el fútbol no parece un deporte elitista, podemos presuponer que las características sociodemográficas de los jugadores reflejarán la del país en general. Nadie está nadanizado.

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Lo que sí es elitista, —y pedante y coñazo y cursi y brasas y hueco y muuuuy carca—, es aceptar acríticamente cuantos términos se le ocurran a cualquier lumbreras posmoderno salido de una universidad californiana pagada por el señor Rockefeller, pasarlo por las redes sociales de los think tanks woke estadounidenses, traducirlos como lo haría un niño de cuatro años, y usarlos con una lánguida caída de ojos, creyendo haber coronado la cima de la sofisticación moral e intelectual. Invisibilizados, minorizados, racializados. Las víctimas sufren la construcción que los demás realizan de ellas, lo cual, en el caso de la columna de hoy, implica una valoración intrínsecamente negativa de la realidad de las razas y las etnias. ¿No es eso racista? Lamine Yamal está racializado, ¿quién lo desracializará?

MOSTRAR BIOGRAFíA

Licenciado en Filosofía y doctor en Psicología. Es profesor titular de Psicología Clínica de la Universidad de Oviedo desde antes de que nacieran sus alumnos actuales, lo que le causa mucho desasosiego. Durante las últimas décadas ha publicado varias docenas de artículos científicos en revistas nacionales e internacionales sobre psicología, siendo sus temas más trabajados la conformación del yo en la ciudad actual y la dinámica de las emociones desde una perspectiva contextualista. Bajo la firma de Antonio Rico, ha publicado varios miles de columnas de crítica sobre televisión, cine, música y cosas así en los periódicos del grupo Prensa Ibérica, en publicaciones de 'El Terrat' y en la revista 'Mongolia'.