Octubre de 2026, Sánchez entra en prisión
A los periodistas se han sumado un grupo de partidarios y otro de detractores que aumentan la tensión de la escena. Presidente, ¿se ha planteado dimitir?
Octubre de 2026. La multitud de periodistas concentrados a la entrada del Centro Penitenciario de Villafrenillos del Púlpito entorpece el paso del grupo de policías que acompaña a Pedro Sánchez en el momento de su ingreso. Uno de ellos le sujeta con firmeza por el brazo. A duras penas se consigue abrir un pasillo desde el que los informadores puedan tomar sus imágenes y lanzar sus preguntas a voz en grito en medio del jaleo. El secretario general del PSOE camina tranquilo. No levanta las manos para saludar ya que las esposas harían que el gesto quedase un poco forzado, pero dedica amplias sonrisas a todos los allí congregados. A los periodistas se han sumado un grupo de partidarios y otro de detractores que aumentan la tensión de la escena.
- Presidente, ¿se ha planteado dimitir?
La pregunta suena nítida entre todo el ruido. Sánchez se detiene y se da la vuelta. Tranquiliza a los nerviosos policías con una mirada calmada. "Será sólo un minuto". Periodistas, partidarios y detractores enmudecen. Durante cinco segundos eternos sólo se oye el crepitar de las cámaras de fotos.
- Por supuesto que no me he planteado dimitir, ¿por qué habría de hacerlo?
- Usted declaró hace unos meses que si el caso Limoncello terminaba con su ingreso en prisión presentaría inmediatamente su dimisión…
- El gobierno progresista está más fuerte que nunca. Tenemos un gobierno sólido, que está sacando esta legislatura adelante a pesar de todos los obstáculos que nos está poniendo la derechaylaultraderecha…
- Pero, señor presidente, más de la mitad del gobierno ha ingresado también en prisión durante los últimos meses. Tienen que hacer los Consejos de Ministras y Ministros por skype, y la ministra Montero y el señor Marlaska se conectan desde lugares desconocidos porque están dados a la fuga tras los últimos audios filtrados. Llevan prorrogando los Presupuestos desde hace tres años. No han aprobado ni una sola ley dado el voto en contra sistemático de todos sus aliados. Ahora usted afronta cinco años de condena. No podrá volver a pisar el Parlamento. No podrá hacer un viaje internacional. Es la primera vez en la historia mundial que un presidente continúa gobernando un Estado desde una celda. ¿No se ha planteado dar un paso a un lado?
- Mi ingreso en prisión es la mayor prueba de que el PSOE es un partido tajante contra la corrupción y la justicia no está politizada. Ya no estamos en la época del PP. Aceptamos las decisiones judiciales y no oponemos resistencia física a las fuerzas policiales cuando vienen a detenernos. No aceptaremos ninguna lección de la señora Ayuso.
Esta última respuesta es recibida con aplausos por la multitud. Los gritos de "¡presidente, presidente!" arrecian, e incluso algunos de los detractores se suman a los simpatizantes. El policía que le sujetaba con firmeza afloja la presión en el brazo. Nada más cruzar la puerta de la prisión llega un whatsapp de Bolaños: "Ha estado increíble, jefe. Se ha ganado a toda la opinión pública. Creo que es el momento de convocar elecciones generales. Arrasamos".
El HuffPost no se hace responsable ni comparte las opiniones expresadas por los autores o colaboradores de esta publicación.