Gobernamos para la gente de bien

Sucede que, a veces, en un mismo día se producen dos hechos que determinan en política para quién gobierna cada cual y cuáles son las prioridades de unos y otros. El pasado martes, 21 de febrero, el mismo día que el Consejo de Ministros aprobaba la mayor inversión en becas de la historia de la democracia, el líder de la oposición acusaba en el Senado al Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de molestar a la gente de bien de nuestro país. Toda una declaración de intenciones que evidenciaba que a la derecha española se le siguen atragantando las conquistas sociales en todos los planos de la sociedad.

Y la pregunta es sencilla, ¿quiénes son esa gente de bien a la que le molestan las políticas del Gobierno de España?

¿Acaso no son gente de bien el millón de jóvenes que van a poder seguir estudiando y formándose gracias a una beca? Becas para las que el Gobierno de España no solo va a realizar la mayor inversión de la historia con un presupuesto de 2.520 millones sino que también se van a destinar 200 millones para crear una ayuda universal de 400 euros a los estudiantes que sufran algún tipo de discapacidad. Esto supone un incremento del 70% en la partida de becas respecto al 2018, el último año de gobierno del Partido Popular cuando Mariano Rajoy destinó a becas 1.493 millones de euros.

¿Acaso no son gente de bien los 11 millones de jubilados y jubiladas en nuestro país que han visto incrementada su pensión desde el 1 de enero en un 8,5% o un 15% si cobraban una pensión no contributiva? ¿No son gente de bien tampoco los 2 millones de trabajadores a los que se ha subido hasta 1.080 euros el Salario Mínimo Interprofesional y que son, principalmente, jóvenes y mujeres? ¿No son gente de bien los 1,6 millones de trabajadores que han firmado un contrato indefinido desde que se aprobó la reforma laboral? ¿No son gente de bien los 1,5 millones de españoles que cobran hoy el Ingreso Mínimo Vital, cuya cuantía hemos subido un 15%, para poder vivir con dignidad?

Todos esos ciudadanos y ciudadanas son la gente de bien para la que gobernamos con justicia social, justicia fiscal y equidad porque la base más sólida en una democracia para garantizar el progreso y bienestar de una sociedad es la igualdad de oportunidades, que no se garantiza solo con libertad como promueven algunas, sino sobre todo se garantiza dando derechos de ciudadanía a la gente. Todos esos logros permiten hoy a los españoles vivir y enfrentar mejor las consecuencias de la guerra de Putin en Ucrania como la subida de precios, y no serían posibles con el Partido Popular, que ha votado en contra de todos esos avances de derechos.

El Partido Popular se equivoca cuando cree que la gente de bien es una pequeña minoría que amasa fortunas de más de 3 millones de euros, o que perciben millonarios beneficios y retribuciones en las empresas y bancos de las que forman parte.

Gobernamos para los trabajadores y trabajadoras a los que hoy ayudamos a tener empleos de mayor calidad y estabilidad, acabando con la precariedad y temporalidad, para los jóvenes para los que la beca es el mejor ascensor social para aspirar a un futuro mejor, para nuestros mayores que merecen pensiones para vivir con dignidad tras toda una vida trabajando y gobernamos también para todos aquellos que necesitan la política, la buena política, para tener más oportunidades, para quienes quieren emprender con una idea innovadora, para quienes quieren consolidar la actividad de una pequeña empresa, para quienes quieren mantener vivo el comercio local, para quienes dan lo mejor que tienen en sus pequeños establecimientos hoteleros, bares o restaurantes, para los mayores que necesitan atención y cuidados, para las mujeres que quieren decidir libremente sobre su maternidad, para las personas LGTBI que quieren vivir sin miedo, para los niños y niñas de hoy que serán los hombres y mujeres de mañana, en definitiva, para todos los que hacen país.

La gente de bien de este país son quienes se levantan cada mañana temprano para ir al trabajo, quienes hacen turnos por las noches, quienes conducen su camión por las carreteras para que las empresas distribuidoras y supermercados tengan productos frescos en cada rincón de nuestro país o el transporte público dentro de nuestras ciudades; la gente de bien son los autónomos y los empleados públicos, profesores, maestros, profesionales sanitarios, jueces, fiscales, administrativos, ordenanzas, comerciantes, farmacéuticos, arquitectos, trabajadoras del hogar, cuidadores, panaderos, ingenieros, barrenderos, limpiadoras, auxiliares, taxistas, policías y guardias civiles,… Para toda esa gente de bien es para la que gobernamos sin descanso.