Carta a unos padres primerizos para que su relación de pareja no naufrague

Queridos Berta y Luis,

¡Enhorabuena por el nacimiento de Carla! Os imagino a los dos encauzando el tsunami que acaba de llegar a vuestras vidas y tratando de recolocaros.

Berta, agotada y desbordada como te verás con frecuencia, debes tener paciencia contigo misma. Luis, cuidado con ese aterrizaje forzoso en terreno desconocido. Fijaos en que hay dos peligros al acecho: la ansiedad por no saber qué hacer y querer acertar y el cansancio.

Para el primer peligro, igual que ibais juntos al ginecólogo, id también juntos al pediatra. Así váis aprendiendo los dos y podéis interpretar mejor lo que os va diciendo. ¡Por cierto, que sólo os importe la opinión del pediatra, no de todos los que les dé por opinar!

Además vale la pena que los dos leáis, sin volveros locos, para ir aprendiendo de las distintas etapas de desarrollo de Carla. Estar juntos en esto supone también que os podáis ayudar a aclarar dudas y neutralizar posibles preocupaciones.

Sobre el segundo peligro… ¡Descansad! Turnaos para que el otro descanse mientras uno está al pie del cañón. Es muy romántico bañar juntos al bebé o pasearle por el parque, pero si uno necesita dormir… ¡a la cama!

Empezáis una etapa maravillosa de verdad. ¡Luis ánimo! ¡Pañales, biberones y baños están en tu bandeja de entrada como nunca habían estado! Berta te lleva nueve meses de ventaja, así que acelera tu proceso de bonding, o sea, de apego entre Carla y tú. Para eso necesitareis también tiempo a solas, vosotros dos.

¡Berta! No dejes de cuidarte, date tu tiempo para ducharte tranquila sin el lloro de Carla de fondo. Aunque no quieras perderla de vista, créeme, necesitas espacios sin Carla para relajarte.

Y a los dos os lo grito: ¡sois pareja antes que padres! Que no se os olvide. Y por si lo perdéis de vista, permitidme que os dé una serie de consejos de padre y pareja experimentado:

• Tiempo blindado para los dos solos. Cerrar el día juntos, aunque sea 15 minutos. Eso sí, sin pantallas de ningún tipo. Con Carlita ya dormida. Los dos mirándoos a los ojos. Preguntaos mutuamente algo tan básico como:

“¿Cómo estás?” Y no lo olvides, mirándoos a los ojos.

• Vuestra cita. Salid a tomar algo mínimo cada dos semanas. Si es semanal, mejor. Id donde os llegue el presupuesto y el tiempo. No hace falta complicaros.

• Una escapada al año, los dos solos. Tirad de familiares o amigos “canguros” fiables. Volvéis a encontraros fijo. Esa es la esencia de vuestro hogar. La química de la que surgió todo. No podéis perderla de vista.

• Baby Free Zone: Establecer ratos en los que no habléis de Carla, sino de vosotros dos, de cada uno y sus cosas. Desde luego, cuando salgáis los dos u os escapéis, pero también a diario, Carla no puede ser el mono tema. Enriqueceos mutuamente con vuestras experiencias personales en lo profesional, social, cultural, espiritual…

• Vuestra intimidad. Cuidad vuestras relaciones sexuales. Se os colará el cansancio y el desgaste del día a día. Notaréis muchas veces que el deseo ha bajado. Razón de más para cuidar el momento, reservar energías para el otro, mimadlo y cuidaos cada uno para presentaros de una forma seductora… evitad que se meta la rutina en un clima de desgana. Para esto, salir los dos juntos a tomar algo es muy estimulante, en ese rato os miráis ya no como padres sino como pareja, que es lo que sois.

Como padres primerizos, veréis a Carla tan vulnerable y dependiente que os costará invertir en vosotros dos como pareja, y puede aparecer ese sentimiento de culpa por dejar a Carla en casa. A corto plazo puede parecer que vuestro lugar está 24/7 a su lado. Pero escuchadme: Carla se beneficia también de vuestra salida porque cuando volvéis a casa, estáis más relajados, más divertidos, más inspirados, más cariñosos entre vosotros porque habéis reconectado…Y todo eso se traducirá en más sintonía en su educación y por lo tanto, esa mayor unidad entre vosotros dos os llevará a apoyaros más uno a otro y a ser más unánimes hacia ella, lo que le aporta estabilidad. De verdad que ella también sale ganando. Como decía un conferenciante que escuchamos mi mujer y yo en Nueva York:

"Lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos es cuidar nuestra relación".

Por último, tened en cuenta que la toma de decisiones sobre Carla puede ser terreno resbaladizo. A lo mejor lo véis lejos porque ahora las decisiones son si este biberón o este otro, tal marca de leche en polvo… pero no habéis hecho más que empezar y váis a sentir mucha presión interna por acertar. Es normal. Experimentos con gaseosa ¿verdad? Si se trata de Carla… ¡tenemos que acertar! Y para eso, es esencial que habléis y que entre los dos lleguéis a la mejor fórmula que estará en algún lugar entre la posición de uno u otro. No en el meridiano exacto. Debéis argumentar acerca de lo que pensáis que es lo mejor para ella. Escuchaos, validad la opinión del otro y huid de la tentación de decidir sol@ ninguno de los dos. Así Carla se beneficiará de la aportación y de cada uno de los dos. Con lo distintos que sois… ¡va a salir lo mejor de vosotros hacia ella! Y el resultado final será equilibrado y fantástico.

En fin queridos, disfrutad, id con calma para poder saborear los momentos sencillos y pequeños pero que son una gozada y sólo pasan una vez en vuestra vida y en la de Carla y no os olvidéis de que Carla es el fruto de vuestro amor así que ¡no podéis descuidar esa fuente fabulosa que tenéis entre los dos!

Un abrazo

Nacho Tornel es mediador familiar y experto en resolución de conflictos en la cabeza. Es autor de 'EmparejArte' y acaba de lanzar 'RelacionArte', ambos con Planeta.