Joe Biden, cada día más aislado (y no por el covid)
Apartado momentáneamente por un positivo en coronavirus horas después de decir que sólo una "afección médica" le haría retirarse, Biden observa cómo se va quedando sin apoyo ni entre los más cercanos.
El positivo por coronavirus habría sido el último contratiempo de Joe Biden si no hubiera tenido que afrontar 24 horas de tormenta interna llevada al extremo. El todavía presidente de EEUU y todavía candidato del Partido Demócrata no sólo está aislado en su residencia de Delaware por cuestiones epidemiológicas; también lo está metafóricamente en un goteo constante de 'deserciones' alrededor de su figura.
La premisa ha cambiado. Ya no es tanto quién habla, se posiciona o permite que transmita un mensaje suyo dudando del futuro de Joe Biden. La noticia está en quién mantiene un apoyo real, inquebrantable, al frágil candidato a la reelección de 81 años.
Este jueves, Biden ha desayunado, almorzado y, en unas horas habrá cenado, con noticias suyas. Hasta Barack Obama, quien fuera su jefe y presidente entre 2009 y 2017 ha dado el paso y confiesa sus reticencias con respecto a él.
En conversaciones con su entorno, citadas por The Washington Post, Obama admite que Biden debería "considerar seriamente" su futuro electoral. El expresidente demócrata cree que las posibilidades de victoria de quien fuera su vicepresidente "se han reducido considerablemente". Lo cree él y lo cree una mayoría social, pero el peso de Obama en la opinión pública sigue siendo muy elevada y estas palabras pueden ser el penúltimo clavo en el catafalco político de Biden.
Otro peso pesado interno demócrata, la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se lo habría dicho directamente a la cara. A su juicio, Biden no sólo perdería la Casa Blanca, sino la mayoría en el Senado de no dar un paso atrás que reclaman otras figuras demócratas. En la misma conversación, los líderes en el Senado y en la Cámara de Representantes, Chuck Schumer y Hakeem Jeffries, le habrían expuesto un panorama similar, añade The Washington Post.
Sus movimientos, aún en el plano privado, se suman a la veintena larga de legisladores del partido que ya han reclamado públicamente la retirada de un candidato que se agarra a la silla.
Biden, contra algo más que un simple rival
Sólo una "afección médica" diagnosticada por los sanitarios disuadiría a Joe Biden de presentarse a los comicios contra un Donald Trump que no ha sido simplemente ratificado candidato republicano.
Ha sido, prácticamente, canonizado por los miles de fieles en la Convención Nacional Republicana que han estrechado más si cabe sus lazos con el magnate tras superar el intento de magnicidio en el mitin del pasado sábado en Pensilvania. La imagen de los delegados y simpatizantes luciendo una venda en la oreja a imitación de Trump es una anécdota visual pero va mucho más allá al mostrar el grado de identificación con el 'líder'.
Contra eso pretende luchar Joe Biden. Las últimas encuestas le dejan en notable inferioridad frente al revitalizado expresidente republicano. El portal Electomanía recoge los recientes sondeos publicados en los llamados Swing States o estados clave por no ser fijos a un partido. Se trata de territorios como Pensilvania, Arizona, Michigan. Nevada, Georgia o Carolina del Norte.
En todos ellos, hoy por hoy, ganaría con claridad Donald Trump, logrando un impulso en forma de votos electorales que dejarían prácticamente sentenciados los comicios del próximo 5 de noviembre si es que no cambia nada en estos tres meses y medio.
Las fuentes conocedoras de EEUU avisan de lo que puede venir el fin de semana...