‘Asesinato para dos’, es lunes, me voy a ver un musical ¿te vienes?

‘Asesinato para dos’, es lunes, me voy a ver un musical ¿te vienes?

Un día de la semana que, a veces, puede ser tonto en la cartelera madrileña. 

Dídac Flores y Mikel Herzog Jr. en 'Asesinato para dos'José Ángel Fernández de Córdoba

Los lunes son días tontos para el teatro en Madrid. Cuando casi todos cierran por descanso. Apenas queda la opción de ir al Alcázar a ver al incombustible El Brujo y sus inclasificables monólogos. Así que el anuncio de que el pasado lunes se estrenaba el musical Asesinato para dos en el Pequeño Teatro Gran Vía, resultaba un plan muy apetecible para los aficionados al teatro y al musical.

Un plan al que se iba con sentimientos enfrentados. Por un lado, sus autores, el libretista Kellen Blair y el compositor Joe Kinosian, no pertenecen por ahora a la realeza del musical. Por otro, su equipo artístico en España, tanto su director musical, Gaby Goldman, y su adaptador y director de escena, Zenón Recalde, han sido directores musicales o tenido responsabilidades escénicas en musicales como Matilda y El Rey León, por citar dos de los grandes.

Además, ni la producción, ni el tamaño del elenco, ni el pequeño teatro en que se representa tampoco parecía que fuera a permitir la espectacularidad típica de este género teatral. Y la trama, la investigación de un asesinato en una habitación cerrada, tampoco se suponía original, algo nuevo.

Pues bien, Asesinato para dos, es la prueba de que hay que dejar de lado el desconocimiento, los miedos teatrales, los a priori. Pues esa pequeña producción de la productora El tío caracoles puede alegrar los lunes de todo ese público que sintiéndose huérfano, teatralmente hablando, ese día decide comprarse una entrada e irse al teatro.

  Dídac Flores en 'Asesinato para dos'José Ángel Fernández de Córdoba

Ese público se encontrará, con una trama mínima, como la mayoría de los musicales. Que permite a sus autores hacer una parodia cómico-musical de las novelas whodounit (¿quién lo hizo?). Esas en las que en un espacio cerrado alguien es asesinado, pero nadie sabe quién ha sido. Esta vez, el muerto es un exitoso escritor de novelas policiacas que celebraba su cumpleaños con familiares y amigos.

Múltiples personajes que, oh maravillas de las maravillas, tiene un actorazo en escena que canta, que toca el piano en directo, que baila y que sabe actuar. Dídac Flores. Capaz de transformarse con apenas un mínimo de elementos de vestuario o atrezzo. Como son unas gafas rosa chicle fosforescente, una pipa o una gorra de béisbol. Y, a veces, ni eso. Solo con el cambio de voz, un registro vocal que también cambia en las canciones en función del personaje, cambios en la postura del cuerpo y su presencia en escena. ¡Menudo espectáculo (musical) que es!

Solo por ver lo que hace y cómo lo hace merece la pena. Que brilla porque su compañero, Mikel Herzog Jr., que hace del detective que tiene que averiguar quién es el asesino o la asesina, no desmerece en ningún momento. Hacen un buen tándem, incluso tocan el piano a cuatro manos. Aunque este tiene menos oportunidades de lucirse porque solo tiene un personaje.

Con el mínimo de escenografía, formada por un piano de cola, una chaise longue, y unas cortinas de una casa de posibles de un pueblo perdido estadounidense, todo el equipo es capaz de crear una atmósfera y una conexión potentes.

  Dídac Flores y Mikel Herzog Jr. en 'Asesinato para dos'José Ángel Fernández de Córdoba

Basadas, por un lado, en el humor. La risa corre por el patio de butacas como si hacer reír, de forma inteligente, aunque de forma simple, pero sin molestar, fuera algo sencillo. Por otro lado, por las canciones, de fuerte inspiración sondheiniana. Es decir, inspirado en Sondheim, el más importante creador de musicales del siglo XX, del que Antonio Banderas estrenó en España Company y, recientemente, ha hecho lo mismo con Gypsy. Y Mario Gas con Swenny Tod, Follies y A little night of music.

Ese tipo de música que gusta y entusiasma, pero de la que difícilmente se podría decir que son canciones al uso, de estribillos repetidos. Aunque musicalmente hablando incluyan leitmotivs para poder identificar a los personajes. Y eso que este musical, pensado para dos actores, pero lleno de personajes, hasta uno que se supone que está en escena, y así se nos hace saber, aunque no se ve, está pensado para que progrese de forma lineal favoreciendo la inserción números musicales.

Así que sí, es lunes. Queda poco para las ocho. Se está esperando en la cola del teatro para entrar. Posiblemente se esté tatareando I don’t like Mondays, a la vez que uno se siente culpable por haber salido, que se tiene toda la semana laboral por delante.

  Dídac Flores y Mikel Herzog Jr. en 'Asesinato para dos'José Ángel Fernández de Córdoba

Pues bien, todo eso se va a olvidar, una vez que se encuentre en el teatro. No porque le interese lo más mínimo quién lo hizo, ni cómo se resuelve el asesinato. La resolución del misterio no es ni lo más importante, ni lo interesante de la función.

Lo más interesante es el juego musical que permite la trama que han creado esos dos desconocidos norteamericanos. Lo han hecho tan bien, que esta obra, con otros equipos artísticos, lleva diez años vivita y coleando girando. Artistas a los que no habrá que perder la pista, para ver si se confirma todo lo bueno que Asesinato para dos hace pensar sobre ellos.

Aunque lo más gustoso, es ver y oír a estos dos actores resolviendo el complejo reto que esos dos norteamericanos han creado. Lo que hacen ellos con el resto del equipo artístico, es un desparrame total graduado de tal manera que permite la explosión final. Si hasta el público les pide un bis. ¿Cuándo se ha visto eso en un musical? Y los actores, con la energía que han ido desplegando en el escenario, y la que el público ha generado con su risas y aplausos, van y se ponen al piano para dárselo. Ya, es lunes, ¡qué importa el día que sea para ir verlos!

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Como el dramaturgo Anton Chejov, me dedico al teatro y a la medicina. Al teatro porque hago crítica teatral para El HuffPost, la Revista Actores&Actrices, The Theater Times, de ópera, danza y música escénica para Sulponticello, Frontera D y en mi página de FB: El teatro, la crítica y el espectador. Además, hago entrevistas a mujeres del teatro para la revista Woman's Soul y participo en los ranking teatrales de la revista Godot y de Tragycom. Como médico me dedico a la Medicina del Trabajo y a la Prevención de Riesgos Laborales. Aunque como curioso, todo me interesa.