Ciudadanos orgullosos del Orgullo
España fue pionera en el reconocimiento de derechos del colectivo LGTBI+, ya que cuando el 30 de junio de 2005 se modificó el Código Civil para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, éste era legal en solo tres países: Holanda, Bélgica y Canadá.
Sin embargo, las personas del colectivo en otros países no corren la misma suerte. Según el último informe de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA) todavía existen 71 países que criminalizan las relaciones sexuales consentidas entre personas adultas del mismo sexo, 19 países donde existen leyes que restringen la libertad de expresión en relación con la orientación sexual, 25 países que ponen barreras a las ONG que trabajan en temas relacionados con la orientación sexual y 8 países donde las relaciones entre personas del mismo sexo están penadas con la muerte.
Este año, en el que el debate sobre los refugiados está de rabiosa actualidad, la organización de Pride BCN 2018 ha decidido visibilizar la realidad de las personas refugiadas LGTBI+; personas que no necesariamente buscan refugio ante un conflicto armado, ya que sus procedencias son tan dispares como sus testimonios sobrecogedores.
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) informa que entre 2008 y 2016 fueron asesinadas 2.264 personas trans en todo el mundo y que 9 personas del colectivo LGTBI+ son asesinadas a la semana en el continente americano. En España, CEAR ha atendido a refugiados LGTBI+ de 81 nacionalidades. Marruecos, Gambia, Venezuela, Honduras, El Salvador, Argelia, Camerún y Rusia son algunos de los principales países de origen.
De las personas que anualmente atiende la Asociación Catalana por la Integración de Homosexuales, Bisexuales y Transexuales Inmigrantes (ACATHI) más del 10% huyen de la persecución y la criminalización por su orientación sexual o identidad de género. En muchos casos estas personas también son castigadas, agredidas y humilladas por sus comunidades y familias. Esto hace que vivan y sufran un aislamiento total y una absoluta indefensión. Por ello, iniciativas como la de Pride BCN 2018 merecen toda la atención: un perfecto maridaje entre reivindicación y celebración, con un objetivo tan loable como el que muy bien explicaba Eloi Morte, director de Pride BCN: "Concienciar a toda la ciudadanía sobre las posibilidades de colaborar en la adaptación de las personas refugiadas y ayudarles a empezar una nueva vida en una ciudad tan diversa y abierta como Barcelona".
Ciudadanos participará un año más en el desfile de carrozas para conmemorar los hechos ocurridos en 1969 en el pub Stonewall, donde el colectivo LGTBI+ dejó de ser un objeto pasivo ante un sistema que le señalaba, estigmatizaba y perseguía. Y lo haremos orgullosos del Orgullo, una celebración donde la reivindicación social y la lucha LGTBI+ están muy presentes.