Ejemplos de estas series son las ficciones Año sabático, El Pañuelo es un mundo o Invisibles. En todas ellas sus protagonistas se atan la manta a la cabeza y deciden dedicar una época de su vida a recorrer mundo, grabar su hazaña y ganarse la vida con ello, si es posible.
Que Internet se ha convertido en un hervidero de nuevos talentos, de jóvenes promesas, lo sabemos. Que Internet es un escaparate perfecto para que los nuevos creadores muestren de lo que son capaces, también. Voy a dar nombres y apellidos de los más prolíficos de nuestro país.
Aún teniendo sus detractores, el 'crowdfunding' está demostrando que hay proyectos nacidos para ser colaborativos. La webserie francesa 'NOOB' tenía que recaudar 35.000 euros para su película y en tan sólo dos semanas ha recaudado 264.000. La productora ya ha anunciado una trilogía.
Las corrientes artísticas, sobre todo en su etapa más inicial, siempre han tendido a reunir a los pioneros para poner en común experiencias. En España, estamos viviendo el nacimiento de una generación de creadores que se reúne para acabar de perfilar una nueva forma artística: las webseries.
Para no volver a tiempos de subyugación televisiva, ni atentar contra la propiedad intelectual, entremos en una nueva era. Apostemos por esta ficción, por esta nueva opción llena de talentos anónimos que esperan que los visitemos.