Tal vez lo mejor sea denominarlo epidemia. Aunque sea una epidemia limitada, por lo que sé, a solo unos países como Estados Unidos y España. Se trata de la silenciosa sucesión de agresiones en la calle, sin motivo aparente alguno, que unos jóvenes -y, a veces, no tan jóvenes- llevan a cabo contra pacíficos y distraídos transeúntes, absolutamente desconocidos para los agresores, dejándoles con grandes daños e importantes secuelas.