El 5 de marzo de 1946, Winston Churchill advirtió: "Desde Stettin en el Báltico, hasta Trieste en el Adriático, un telón de acero ha descendido sobre el continente europeo". Setenta años después, un nuevo telón de acero desciende sobre Europa, hecho de alambre de cuchillas y de políticas de asilo fallidas.
En estos momentos, Europa tiene dos retos importantes que afrontar: por un lado, el terrorismo, que viene de largo. El segundo, más reciente, es el aumento del número de personas refugiadas y solicitantes de asilo en sus fronteras. Son dos cosas distintas, y sólo una de ellas constituye una amenaza.