El organismo sube su temperatura, para curar al niño y defenderle del ataque vírico o bacteriano. Si nosotros nos empeñamos en bajar la temperatura estamos del lado enemigo. Se supone que queremos ayudar a nuestro hijo, no perjudicarle con bajadas de temperaturas intempestivas o con exceso de medicación que puede ser perjudicial. El paracetamol sí mata, no la fiebre.