Más que nunca, toca fijarnos en la letra pequeña de los datos económicos. Puede que el 2013 sea en términos de crecimiento algo mejor de lo que creíamos hace unos meses. Pero no nos engañemos: mientras que pensemos que se pueden destruir otros 400.000 empleos y que el consumo de las familias puede caer otro 3% en un año, la economía española estará dibujando un encefalograma plano.