Los juegos, las confesiones, el cariño incondicional... Una tita está ahí para ofrecer a sus sobrinos y sobrinas momentos de auténtico disfrute, de cariño, de cuidado, de confianza, desde el día que nacen y durante toda su vida. No somos sus madres, no somos sus amigas; somos sus titas, una mezcla perfecta.