Sandro Rosell
Joan Laporta como muestra del péndulo azulgrana
Que el expresidente no defina cuáles son sus futuras intenciones es una indicio de que está más cerca de presentarse que de renunciar a la que fue su casa durante siete años. El poder atrae, y el del Barça más. Laporta labró en el palco del Camp Nou las amistades y negocios suficientes para disfrutar de su actual ritmo de vida.
La sinpalabra de Sandro Rosell
Rosell se fue como su legado será recordado. Con torpeza comunicativa y la sensación de que hay algo que no acabamos de saber: nombró a Ronaldinho y evitó a Neymar, cuando si algo quedará pendiente es descubrir qué había debajo de la famosa cláusula de confidencialidad de su fichaje estrella.