Mientras llega el momento para que Coque aterrice en Madrid, corran a Humanes porque la siempre excitante cocina de Mario Sandoval está alcanzando unas cotas de creatividad y madurez difícilmente alcanzables, lo que le coloca ya entre la crema de los mejores. En serio, no esperen. La experiencia es larga, estimulante y variada.
Manuel de la Osa ya era un famoso cocinero antes de trasladarse a Madrid, ciudad a la que acaba de llegar. Su restaurante Las Rejas, en Las Pedroñeras, era lugar de peregrinación de gastrónomos y de compradores de ajo. Ahora celebramos su mayor accesibilidad, la buena cocina y la belleza del local, mi primer gran hallazgo de este año.
Aprendí a volar en el interior de una cocina. Trabajé de la mano de grandes cocineros, en brigadas de grandes hoteles y en restaurantes con estrellas michelín. Compartir el vuelo con otros cocineros era fascinante. Pero, de repente, de la noche a la mañana, un consejo lo cambió todo: "Prueba a trabajar en Lakasa".
Hablamos hoy de mi última visita a Sasha Boom, restaurante madrileño que sería altamente recomendable si no fuera por el desapego de los que atienden. Cocina de calidad y trato de burguer. Será que hoy los camareros de vocación se preparan y esfuerzan y el resto acaba sirviendo mesas a regañadientes, porque en realidad quieren ser modelos, cantantes, tatuadores o estilistas.